Los gases de calentamiento global se acumulan en la atmósfera a niveles históricos. El confinamiento por la pandemia no frenó este avance.
Uno de los pocos costados positivos de la pandemia por coronavirus, fue que el confinamiento había ayudado a reducir la emisión de gases que provocan el cambio climático. La noticia fue cierta, pero la tendencia no se mantuvo a lo largo del 2020, que en su trayecto final termina por convertirse en un año récord de acumulación de gases de calentamiento global.
El dato surge de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que detectó una concentración mayor de dióxido de carbono en la atmósfera que años anteriores. El 2019 terminó siendo un año récord con una acumulación de 410 partes por millón de gases que provocan el calentamiento global y 2020 ya lo superó.
Esto se debe a que básicamente este cálculo se basa en la suma de emisiones pasadas y presentes, por lo que el confinamiento por la crisis desatada por el virus covid-19 no tuvo el impacto esperado.
Al inicio de la crisis por la pandemia de coronavirus, se estimaba que las emisiones de dióxido de carbono habían disminuido un 17%. Con la paulatina reactivación de las economías de los diferentes países, ese número fue decreciendo, por lo que se espera una disminución final de emisiones de gases de calentamiento global entre el 4 y el 7%.
Para los expertos de la OMM, este número no tendría un impacto en la acumulación total de gases en la atmósfera. Se estima que por año este número varía en una parte por millón, y el resultado de este 2020 estaría en 0,23 partes por millón, lo que lleva a un número más elevado de concentración de gases que el 2019.
El consumo, principal responsable del calentamiento global
Una de las claves para entender por qué este número ha seguido creciendo, pese al parate que significó la pandemia de coronavirus, está en el consumo. Según los expertos de la OMM, la crisis por covid-19 trajo el confinamiento y redujo la movilidad, pero no variaron los patrones de consumo, que son los que tienen mayor impacto en la emisión de gases de calentamiento global.
De los gases provocados por actividades humanas, el que mayor impacto tiene en la atmósfera y el que mayor aporte hace al cambio climático, es el dióxido de carbono (CO2).
Durante 2019, la quema de combustibles fósiles, la producción de cemento y la deforestación fueron las principales causas de emisiones de CO2. Un dato que preocupa es que, en los últimos 10 años, alrededor del 44% del CO2 emitido permanece en la atmósfera, mientras que el 23% ha sido absorbido por los océanos y el 29% por la tierra.
La evidencia del crecimiento de concentraciones CO2 en la atmósfera durante este 2020 está en las estaciones de referencia de la OMM en Hawai y Australia.
Por otro lado, también subieron las concentraciones de metano, otro gas que es responsable del calentamiento global. El 40% de su concentración proviene de fuentes naturales (como humedales), mientras que el otro 60% se lo atribuye a actividades humanas como la ganadería, el cultivo de arroz o la quema de los combustibles fósiles.
¿Qué esperar a futuro?
Desde la ONU plantean que todavía queda algo de tiempo para modificar hábitos de consumo, producción de mercaderías y economías centradas en combustibles fósiles. Pero advierten que sólo cuando la quema de combustibles fósiles llegue a cero, los ambientes comenzarán a absorber los gases de calentamiento global retenidos en la atmósfera.
El objetivo de conseguir un calentamiento global inferior a 2 grados en 2050, dependen en gran medida de esto, y de que las grandes economías del mundo se pongan como meta llegar a dicho año con emisiones neutrales de carbono.
Septiembre de 2020, el mes más caliente
El impacto del calentamiento global es perceptible en los termómetros del mundo. Otro de los récords que batió este 2020 fue de temperaturas, ya que se registró el septiembre más cálido desde que la humanidad lleva registros históricos.
Las temperaturas de este mes estuvieron por encima de las medias en Siberia, Medio Oriente, Sudamérica, Oceanía, Europa y América del Norte. En California, los valores máximos durante el día alcanzaron los 49 grados centígrados.
Las temperaturas también estuvieron por encima del promedio en la Antártida.