El 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas para concienciar sobre su importancia y el alarmante descenso de su población.
Las abejas son esenciales para nuestra supervivencia por ser las grandes polinizadoras de la naturaleza. Sin ellas, nuestra supervivencia estaría en jaque porque más del 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen de la polinización. Y esa es la tarea fundamental que hacen estos insectos voladores.
Junto con mariposas, aves, polillas, escarabajos, murciélagos y otros animales polinizadores, las abejas ayudan a la reproducción de las plantas. Las Naciones Unidas (UN) indican que casi el 90% de las plantas con flores dependen de la polinización. También las semillas, las frutas y algunas hortalizas tienen su origen en plantas que fueron polinizadas.
Al ver a una abeja acercarse, algunas personas tratan de espantarla por miedo a ser atacadas. Pero ellas solo pican cuando se sienten amenazadas. Así que, si te pasa que te encuentras con una, no las espantes ni mucho menos la mates porque su población se encuentra en alarmante descenso.
Cómo contribuyen en la polinización
La polinización es uno de los momentos clave en el ciclo de vida de las plantas que tienen flor. Se trata de la transferencia de granos de polen de flores masculinas a otras femeninas.
Algunas especies de plantas se autofertilizan o dependen del trabajo que hace el viento. Pero también hay una gran variedad que depende de la intervención de las abejas cuyos pelos se llenan de polen al alimentarse de una flor.
Así, ayudan a transferir ese polen de una flor a otra. No hay otro insecto que sea tan eficaz con este trabajo.
¿A qué se debe la disminución de las abejas?
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indica que la población de polinizadores, en especial las abejas, ha disminuido de manera alarmante.
Las causas son la utilización de insecticidas en la agricultura que, además de dañar la tierra, mata a las abejas. También las especies exóticas invasoras, las plagas y el cambio climático inciden en su disminución.
La FAO advierte que el 35% de la población de los polinizadores invertebrados se encuentra en vías de extinción.
¿Te preguntas cómo puedes ayudar para evitar su desaparición? Bueno, hay algunas maneras. Si tienes un jardín, cultiva plantas autóctonas que florezcan en distintos momentos del año. Las abejas tienen una relación simbiótica con estas plantas porque se necesitan para sobrevivir.
Otra manera es dejarles agua en un cuenco poco profundo con agua con piedras y palos para que no se ahoguen. Recuerda que las abejas son grandes trabajadoras, se pasan todo el día volando, pueden visitar hasta 7.000 flores al día. Así que si les dejas agua, las ayudarás a que lleguen a su colmena a salvo.
Y, por último, si tienes huerto no uses insecticidas ni plaguicidas, recuerda que además de matar a los bichos que no deseas también las mata a ellas. Puedes usar opciones naturales.
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