Es hora de crear ese complemento de verano para “la economía circular que nos gusta”. Toda la playa estará envidiándote con su colorido y glamour.
Tanto como la ropa en nuestro armario, nuestros complementos tampoco son, jamás, suficientes. Siempre un anillo, una pulsera tribal, con su luz adicional para complementar tu atuendo. Sobre todo, en verano, con la piel bronceada, descubierta y a la vista, nos llenamos de cadenas, tobilleras, etc.
El verano suele sacar a relucir nuestro costado vanidoso y caprichoso. Un simple aperitivo con el mar de fondo, puede convertir esa última mini semana de moda en la excusa perfecta para lucir las prendas recientes. Nos declaramos todos culpables. Pero, ¿es necesario limitarse a un producto terminado? Podrías crearlo de cero cuidando el medio ambiente.
La moda, y especialmente la “moda rápida”, es responsable del 20% de la contaminación del agua y el aire. Es así que una quinta parte de la contaminación actual es causada por la producción desenfrenada de la moda. No queremos ser cómplices de esta situación que sólo termina envenenándonos. Pero no acaba ahí.
¿Sabías que puedes reciclar esa botella de plástico o el envase del yogur para desarrollar pulseras sumamente elegantes y glamorosas? Además, contribuirás con el medio ambiente y ayudarás a erradicar nuestra huella de plástico mundial.
Sólo un poco de lana para el complemento del verano
No hace falta partirse la cabeza ante la supuesta contradicción que supone la lana y el verano. Puedes hacer algo único y original que aporte ese extra a tu look. La lana puede ser ese gran tejido que nos mantiene frescos en los meses más calurosos.
Vas a necesitar envases de yogur, botellas de plástico, tijeras, pegamento, lana y cinta adhesiva. Toma la botella y, apelando a sus líneas “naturales”, corta unas dos o tres tiras según el tamaño que quieras para tu pulsera. Luego, fija los extremos con la cinta y coloca pegamento de ambos lados.
En este punto, comienza a envolver la lana alrededor de la pulsera hasta que quede completamente cubierta. Repite esto un mínimo de dos veces para que no queden espacios vacíos. Aunque, si te sientes atrevida, puedes usar lanas de distintos colores para envolver en distintas secciones. Así vas a lograr un complemento ultra cromático lleno de vida.