Al adoptar un cachorro y elegirlo como un integrante de tu familia, hay algunas cosas importantes que deberías tener en cuenta.
Adoptar un cachorro es una gran decisión, porque no solo le estarás dando una segunda oportunidad a un animal que fue rescatado, sino que también estarás eligiendo a un nuevo compañero de vida por al menos 12 o 15 años (¡aunque algunos llegan hasta los 20!).
Por lo tanto, es recomendable que más allá del impulso de llevarte a ese cachorrito que viste en la feria o refugio, debas evaluar primero tus posibilidades o limitaciones.
1. Los cachorros no son «regalos”
Si quieres sorprender a esa persona amada con un regalo, no siempre es recomendable que el obsequio sea un cachorrito, principalmente porque no son objetos que puedas envolver con una cinta de colores.
El perro que regales debería ser deseado para quien lo adopte, para que lo lleve consigo en los vaivenes que pueda tener su vida, lo cuide y lo atienda. Si no le presta la atención y cuidados que necesita, esa adopción probablemente termine mal.
2. Los cachorros necesitan educación
Es importante que sepas que, si adoptas un cachorro, debes educarlo. Y eso lleva su tiempo. Ellos deben madurar para comprender reglas básicas como los “no” o los “¡muy bien!”, y aprender las normas que tu debes enseñarle.
Para que aprendan, los educadores caninos recomiendan seguir rutinas de paseo, sacándolos, como mínimo, dos veces al día. Lo ideal es a la mañana y a la noche, así el cachorro aprenderá cuándo es momento de ir al baño.
Gracias a las rutinas, además, podrán aprender los horarios y gastar energía, eso les quitará la ansiedad que a veces los lleva a romper cosas.
3. Necesitan cuidados y atenciones
Muchos adoptantes devuelven o abandonan cachorros por mal comportamiento. Si llegan a su adultez y siguen rompiendo cosas, puede ser indicio de ansiedad, estrés o de alguna enfermedad.
Pero no te asustes, es algo que puede suceder solo con algunos cachorros que no son debidamente educados. Y siempre se pueden revertir las malas conductas.
Por eso, debes llevarlo a chequeos anuales con el veterinario, tanto para actualizar sus vacunas como para evaluar su condición clínica.
4. Considera tus limitaciones
Un caso recurrente es el abandono por mudanza, algo que se podría prevenir si al momento de adoptar consideras que estás adoptando a un amigo para toda su vida. Eso implica que, como un integrante de tu familia, irá contigo a donde tú vayas.
Por eso, ten en cuenta que si debes buscar un nuevo hogar, deberás hacerlo en lugares donde acepten animales.
Los perros no son algo que puedes descartar si tu vida da algún giro. Es muy doloroso para ellos recuperarse de un abandono, porque ya se han acostumbrado a ti y para ellos tú eres parte de su manada.
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