Científicos, pescadores locales y buzos profesionales se unen en Adrinet, iniciativa para eliminar las redes de pesca abandonadas en los mares.
En pequeños pueblos del sur de Italia impera la preocupación por la baja productividad de los pescadores locales ante una considerable disminución de la población de peces. Esto se debe al aumento de la temperatura del agua y a la actividad intensiva de barcos pesqueros.
Pero el mayor problema del momento es la contaminación plástica producida por la presencia de las redes de pesca fantasma.
Las redes fantasma son las mallas plásticas arrojadas por pescadores que se pierden en las profundidades del mar, y son culpables de la mortandad de miles de animales y de la contaminación de los océanos por micro y macro plásticos.
Para hacer frente a este problema -y otros muchos que afectan a los océanos- nació el proyecto Adriatic Network for Marine Ecosystem, más conocido como Adrinet.
Una alianza europea para desterrar esta amenaza
Tres países forman la alianza que conduce el proyecto Adrinet: Italia, Montenegro y Albania. Con un presupuesto de un millón de euros, su principal objetivo es la transmisión de conocimientos y facilitación de complementos tecnológicos a pescadores para combatir el problema de las redes fantasma.
La estrategia es instalar microchips en sus artes de pesca. Así, si las redes se pierden el dispositivo permite localizarlas de manera más fácil.
Los pescadores también proporcionan los datos necesarios a la Guardia Costera de Italia, que tiene una participación decisiva dentro del programa. Actualmente, están avanzando con la construcción de un mapa de redes abandonadas en todo el país.
En sólo un año de rastreo activo a través de estas señales captadas por el mapeo, se han recuperado seis toneladas de redes abandonadas y 200.000 botellas de plástico en 32 operaciones realizadas en el fondo marino y en jurisdicción de los tres países participantes del proyecto.