Piden que Europa retire de los estantes de los supermercados alimentos que conllevan la destrucción de bosques para su producción.
Vas al supermercado, eliges los productos que necesitas y te gustan, vuelves a tu casa y te preparas una rica cena para ti y tu familia. ¿Alguna vez te preguntaste de dónde proviene lo que comes?, ¿cómo se produjo ese alimento?, ¿alguna vez pensaste que cada bocado tuyo de esa deliciosa cena equivale a una topadora arrasando montes, bosques y selvas?
Pues es momento que te preguntes cómo tu alimentación afecta a nuestros ecosistemas porque según estudios de las organizaciones World Wildlife Foundation, Greenpeace, SEO/Bird Life y el Instituto Jane Goodall el consumo de alimentos en la Unión Europea es responsable de más del 10% de la destrucción y deforestación de bosques en el mundo.
La industria de producción de carne, soja, lácteos, aceite de palma, caucho, café y cacao es la principal responsable del desmonte en América Latina y Asia, donde se encuentran los pulmones verdes más grandes del planeta.
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No comas el bosque, la campaña para retirar alimentos
La creación de granjas y haciendas para la producción alimenticia en diferentes regiones conlleva a deforestar grandes porciones de territorio para poder satisfacer al mercado europeo. Es por esto que 140 organizaciones lideradas por las ya mencionadas, han presentado un petitorio a la Comisión Europea para que remueva de los supermercados los productos alimenticios importados que tengan como origen estas condiciones de elaboración.
Más de un millón de personas han firmado este petitorio que fue acompañado por el lema “No comas el bosque” y una campaña en redes sociales.
“Estos cambios de uso de la tierra, arrasando bosques para implantar cultivos, son problemas complejos en los que la ciudadanía está involucrada, consciente o inconscientemente. Nuestro estilo de vida está más cerca de la deforestación de lo que pensamos”, reflexionan desde Greenpeace.
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La producción de soja tiene un alto impacto en la deforestación de la selva amazónica en Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia. La mayor parte de esta producción que llega a Europa se utiliza como alimento de animales (vacas y cerdos principalmente) para la producción de carne.
Algo similar ocurre con el aceite de palma, cuya producción está destruyendo bosques en Indonesia y Malasia, y que ahora comienza también a producirse en África.
Sostenibilidad alimentaria
La idea que pretende impulsar este proyecto es concientizar a los consumidores para que sepan cómo se producen y procesan los alimentos. Pero además, se pidió que se retiren de los estantes 27 productos de los que se conoce que se elaboran en base a la destrucción de los bosques.
Desde Greenpeace se aclaró que no se pide la prohibición de estos productos: “Queremos la seguridad de que proceden de contextos de sostenibilidad y respeto por los derechos humanos y para eso necesitamos una legislación europea fuerte”.
El problema es importante, porque al existir menos bosques son menos los servicios ambientales que recibe el planeta para una vida sostenible, como el proceso transformación de dióxido de carbono en oxígeno que realizan los árboles, que además son refugio de miles de especies animales, muchas en peligro de extinción.
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Se estima que cada año, desde el 2015 hasta este 2020, se han deforestado cerca de 10 millones de hectáreas de bosques en todo el mundo. ¿A qué equivale esta superficie? Es más o menos el territorio que ocupa Portugal en nuestro planeta.
Es hora de comenzar un cambio urgente, ya no tenemos más tiempo!