Los hábitos alimenticios pueden marcar la diferencia para prevenir el riesgo de cáncer. Por esa razón hay alimentos preferentes, pero intentemos entender esto mejor.
Una buena relación con nuestro aspecto físico y nuestra salud, se puede mantener con una alimentación sana, equilibrada y variada. Evitar frutas y verduras trae aparejados efectos negativos para el organismo, especialmente si nos restringimos a alimentos industriales o procesados.
La aparición del cáncer y su relación con la dieta y el estilo de vida, ha sido confirmada tras diversos estudios. Para evitar el riesgo de cáncer es importante mantener hábitos alimenticios. Hay algunos alimentos que son mejores que otros y deben elegirse.
Ha sido llevada a cabo una elaboración y revisión de la lista de alimentos que promueven o previenen el cáncer. Este trabajo fue llevado a cabo por el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (World Cancer Research Fund). Pero vamos a intentar entender juntos qué son y así estar prevenidos.
Las alianzas de los alimentos contra el cáncer
Los cereales integrales, las frutas y verduras son claves para prevenir el cáncer, según los investigadores. Según estos expertos, el equilibrio en la dieta implica un consumo diario de 30 gramos de fibra presente en cereales integrales (arroz integral, trigo, avena, cebada y centeno), verduras sin almidón (alcachofas, espinacas y berenjenas) y frutas y legumbres (especialmente frijoles y lentejas).
Las raíces y tubérculos como las zanahorias, alcachofas, apio y nabos deben consumirse con regularidad y a diario. La proporción diaria de frutas y verduras debe ser de cinco raciones mínimamente. Es por ello que se defiende la tesis de que las frutas y verduras contienen una gran cantidad de nutrientes y fibra dietética. Las fluctuaciones que causan sobrepeso y obesidad pueden ser evitadas con el consumo de estos alimentos. Además, previenen el cáncer.
Es por ello que es un excelente punto de partida para mantener el peso ideal, claro que combinado con actividad física. Un paseo ligero de media hora por día es suficiente. Pero esto no acaba, hay que evitar la comida chatarra y limitar el consumo de carne roja; mejor optar por carnes blancas.
Claro que si no deseas renunciar a las carnes rojas, es importante no superar las 3 raciones semanales. Es decir, un total de 350/500 gramos. Los embutidos, salchichones, salchichas, carnes enlatadas y fiambres también deben reducirse y evitar así el cáncer colorrectal.