La organización Amazon Watch vincula daños ambientales irreparables y abuso de poder contra pueblos indígenas con la acción de grupos económicos.
Los bosques y ríos amazónicos y los pueblos indígenas tienen un pacto de vida. Uno de los testimonios de la lucha aborigen fue el de la activista Nemonte Nenquimo, reconocida con unos de los “premios verdes” Goldman Awards 2020.
En 2019, Nemo -como le dicen en su comunidad waoraní- denunció ante organismos internacionales a la petrolera estadounidense Texaco, actualmente Chevron Corporation. La denuncia fue por la contaminación de los ríos que impidió a su comunidad ganarse el sustento a través de la pesca.
Este es solo uno de los problemas que deben enfrentar las poblaciones de las riberas del Amazonas. Luchan contra la degradación del medioambiente ante la expansión de la frontera agrícola, el desarrollo de infraestructura pública y privada, la minería, la extracción de petróleo y la tala, tanto legal como ilegal.
Recientemente, la organización ambientalista Amazon Watch y la Asociación Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) difundieron un informe que señala a empresas estadounidenses como responsables de desforestación y abuso de poder contra pueblos indígenas.
Degradación ambiental financiada por multinacionales
Serias acusaciones pesan sobre las firmas estadounidenses BlackRock, Citigroup, JPMorgan Chase, Vanguard, Bank of América y Dimensional Fund Advisors. Se trata de grupos económicos que financiaron diferentes proyectos y emprendimientos en la Amazonia.
Las denuncias comprenden desde expropiación de tierras y deforestación ilegal y uso de pesticidas dañinos, hasta el uso de la violencia contra poblaciones indígenas. En estas últimas circunstancias, siete líderes comunitarios fueron asesinados.
Las acciones fueron desarrolladas a través de empresas brasileñas y multinacionales. Entre ellas destacan Vale, Anglo American, Cargill, JBS y Electronorte. Esto se extrae del cruce de datos e investigación realizada por APIB y Amazon Watch.
Las vinculaciones se realizaron a partir del seguimiento de las inversiones de estas grandes firmas norteamericanas por más de 18.000 millones de dólares. Las mismas se realizaron en los tres últimos años en empresas mineras, agroindustriales y energéticas locales.
«Grandes empresas del sector financiero (…) están usando el dinero de sus clientes para permitir acciones hediondas de empresas vinculadas a violaciones de los derechos de los indígenas y a la devastación de la selva amazónica», expresó en el documento Christian Poirier, director de programas de Amazon Watch.
Otras consecuencias de estas operaciones financieras son la contaminación de ríos, el incumplimiento de mitigar el impacto ambiental y la invasión de tierras indígenas.
También puede interesarte:
- ¿Cuáles son las especies más amenazadas por incendios en el Amazonas?
- Peligra la misión ecológica de los guácharos en la Amazonia