Las grullas están toda la vida con la misma pareja y por eso son consideradas un símbolo de fidelidad. Descubre qué otros animales son también monógamos.
Aunque la monogamia en la naturaleza es más una excepción que una regla, hay animales que eligen a un compañero para compartir toda su vida.
En la mayor parte de los casos, lo hacen con el fin de asegurar su descendencia. Aunque los expertos coinciden que en esencia no es tan así.
Eso sí, en cada especie hay particularidades. ¡Veamos algunos ejemplos de «amores eternos»!
1. Grulla de cola blanca
Este ave migratoria se mueve en grandes distancias y es monógama por conveniencia: teniendo una misma pareja se asegura el poder aparearse.
De hecho, cuando alguna de las aves de la pareja muere, la que queda suele morir poco después después por inanición o tristeza. Esto sucede en casi todas las especies de grullas.
2. Agapornis o ave del amor
Este ave perteneciente a la familia de los loros mantiene la misma pareja toda la vida. Al igual que la grulla sarus, el agapornis también muere poco después de perder a su compañero o compañera.
Son fieles a su pareja y hasta se han visto comportamientos agresivos hacia otras aves que no son su pareja.
3. Caballitos de mar
Este animal acuático es otro de los monógamos. La particularidad es que, en el momento del apareamiento, la hembra deposita los huevos en una especie de bolsa abdominal del macho. El macho posteriormente los fecunda y los incuba.
Tienen una vida corta de no más de cinco años y cuando muere uno el otro no se separa de su lado hasta morir también de inanición.
4. Pingüino de penacho amarillo
Los pingüinos suelen ser monógamos. Pero esta especie en particular mantiene su pareja durante toda la vida.
Luego de aparearse, comparten la incubación del huevo ya que cada uno va por separado al mar a buscar alimento. También comparten la crianza de los pichones hasta que tienen la edad para irse del nido.
5. Gibones
Son una de las pocas especies de primates que se mantienen juntos toda la vida. Los expertos no están seguros, pero esto podría responder a una estrategia para evitar los infanticidios.
Entre los monos, los machos suelen ser más grandes y fuertes que las hembras, y el macho dominante es el encargado de aparearse con todas las hembras. En el caso de los gibones, ambos sexos son del mismo tamaño.