Obligados a vivir una vida para la que no nacieron, animales en cautiverio sufren en zoológicos, parques acuáticos y también hogares humanos.
Miradas desoladas detrás de la reja, comportamiento errático, auto flagelación, explosiones de ira, conductas agresivas, enfermedades. ¿Estamos hablando de personas o de animales? Exactamente, hay similitud, porque el dolor, el encierro y la soledad que produce el cautiverio es el mismo en animales y en humanos.
El bienestar animal es un concepto nuevo que genera cada vez mayor interés por parte de la sociedad civil. Según las normas internacionales de la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE), este concepto designa “el estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere”.
Un animal sano y con buena calidad de vida es aquel que es libre de manifestar un comportamiento natural, que vive en buenas condiciones de nutrición, sin dolor, temor o angustia, ni molestias físicas o presencia de enfermedades.
No obstante, al no poder expresar mediante el lenguaje su sufrimiento, los animalistas prestan atención al comportamiento y los cambios físicos de un animal en cautiverio.
El tráfico de fauna silvestre es un delito internacional. Actualmente, representa la mayor amenaza para la conservación de las especies, además de la pérdida de hábitat por el calentamiento global, desforestación o caza furtiva, entre otros.
Valga el recordatorio: no adoptes como mascotas a fauna silvestre. Desde el día que lleguen a tu hogar soñarán con el hábitat y la familia que se les quitó. Mejor te lo decimos con estas imágenes…
Tiernos, pero con instintos salvajes reprimidos
Los animales silvestres domesticados no poseen el espacio necesario para desarrollar su conducta natural. Por esta razón, por más que la alimentación sea adecuada, pronto manifiestan síntomas de estrés. En muchos casos, el malestar genera conductas agresivas contra sus propietarios, por lo que terminan en situaciones de abandono o maltrato animal.
Según el sitio Experto Animal, las nutrias, por ejemplo, son animales solitarios por naturaleza que se vuelven especialmente agresivos cuando están en celo, que es la mayor parte de su vida adulta.
Lejos de casa, separado de su comunidad animal
Denunciar la comercialización y la tenencia ilegal de fauna silvestre, y generar consciencia para no comprar animales como mascotas son las herramientas del ciudadano para combatir el tráfico ilegal de animales.
Soñar con vivir fuera de la pecera
Solo uno de cada 10 animales logra salvarse de las redes de comercialización ilegal. Esto se traduce en la tristísima pérdida de biodiversidad y, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), también se cobra vidas humanas.
El cielo abierto convertido en techo
Un búho encerrado en algo que parece una oficina más que un ambiente natural y que sueña con poder sentir el aire fresco dentro de ese encierro eterno. Difícilmente se pueden reproducir las condiciones del hábitat natural que precisa un animal, como temperatura, humedad, suelos, vegetación y microfauna.
Grandes felinos que sufren psicológicamente
Una investigación de la Universidad de Oxford, basada en la observación de animales en cautiverio y en la naturaleza, descubrió que animales como los grandes felinos y osos polares “muestran claros signos de estrés y/o disfunción psicológica en cautiverio”.
Tráfico que no sólo cuesta la vida de animales
Según WWF, en los últimos 10 años casi 1.000 guardaparques fueron asesinados defendiendo elefantes, rinocerontes, orangutanes y otras especies contra los cazadores furtivos.
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