En respuesta a las demandas de los jóvenes, y después de años de lucha, el país sudamericano aprobó la ley de Educación Ambiental Integral.
Con el voto afirmativo de todos los legisladores presentes, Argentina aprobó una nueva Ley de Educación Ambiental Integral. Llega un par de años después de la conformación de grupos de jóvenes que se sumaron al movimiento “Fridays for Future”. En Argentina, el movimiento tomó fuerza con el grupo “Jóvenes por el clima”.
El propio ministro de Educación, Nicolás Trotta, reconoció que la ley es, en parte, una respuesta a las demandas de los jóvenes.
La nueva norma establece que el Ministerio de Educación trabaje con el de Ambiente para articular políticas dirigidas a la enseñanza formal y no formal. El objetivo es que los jóvenes puedan comprender la interdependencia de todos los elementos que interactúan en el medioambiente.
También contempla que la educación implemente el respeto y la puesta en valor de la biodiversidad, la equidad, el reconocimiento a la diversidad cultural, el cuidado al patrimonio natural y cultural, y el ejercicio del derecho a un ambiente sano.
Cómo es la legislación en el resto de Latinoamérica
No son muchos los países que tienen la educación ambiental incluida formalmente en el currículo educativo. Uno de los pioneros en la región fue Colombia, que reconoce en su Carta Magna a la educación como necesaria para la protección del medioambiente.
México se sumó a la lista de países con esta legislación en el 2019, cuando modificó su Constitución incorporando la comprensión y respeto del mundo natural como un requisito básico de la educación.
Sin embargo, Jorge Martínez Pérez Tejada, referente ambiental, indicó en una entrevista al medio Deutsche Welle que, si bien México tiene la teoría puesta en las leyes, aún falta llevarlo a la práctica. Para ello, se debe capacitar al cuerpo docente y directivos escolares.
Europa, con una tradición más larga en leyes
En Europa, en general, la legislación existe desde los años 80 y 90. Los países nórdicos vienen implementando la educación ambiental desde hace cuatro décadas. De allí que tengan una cultura medioambiental muy arraigada.
Finlandia, Islandia, Suecia o Dinamarca son de los países que cobran impuestos más altos a las industrias que contaminan y los principales promotores de las energías verdes.
En España se implementó recientemente el Plan de Acción de Educación Ambiental para la sostenibilidad. Con él -más la nueva Ley de Cambio Climático-, la educación ambiental se convertirá en una enseñanza transversal en todas las asignaturas.
A lo largo de las décadas de los 80 y los 90 otros países fueron incluyendo en sus legislaciones la educación ambiental. Alemania, Austria, Gran Bretaña, Francia y Portugal se encuentran entre ellos.
Educación ambiental y lucha contra el cambio climático
Cada país, a su tiempo, está dando pasos en sus legislaciones para incorporar el respeto y cuidado por el medioambiente. A la par, han surgido nuevas voces -apoyadas en la ciencia- para generar conciencia y pedir cambios urgentes.
La clase política empieza a escuchar -un poco tarde, tal vez- las demandas de la ciudadanía. Y en particular la de los jóvenes que han salido a las calles a manifestarse en los últimos años.
Paralelamente, los cimbronazos de la pandemia han puesto en tela de juicio nuestro modo de vivir, totalmente ajeno a las consecuencias de no respetar a la naturaleza.
Tomamos como ejemplo las palabras de Gladys González, una de las legisladoras que participó de la nueva ley argentina, que reconoció que las decisiones de hoy son determinantes para evitar futuras pandemias. “Sabemos cuál es la estrategia correcta, pero nos falta voluntad”, agregó. Se requiere un cambio cultural que solo se puede conseguir con la educación.
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