Observadores y científicos descubrieron una nueva especie de rana que habita entre el límite entre Panamá y Colombia. Se llama arlequín fronterizo.
El descubrimiento de una nueva especie ha sido comunicado en los últimos días. Se trata de una pequeña rana que habita en un área selvática conocida como el Tapón de Darién, en el límite entre Panamá y Colombia.
Este nuevo anfibio (para los ojos de la humanidad) es de color amarillo y negro. Quienes la divisaron por primera vez aseguraron que su tamaño es «diminuto» y que es pariente de una especie de sapos en peligro de desaparecer.
Ranas amenazadas por un hongo
Concretamente, esta nueva ranita pertenece a la familia Bufonidae. Según la Red List Index de animales en peligro de extinción, cinco de las seis especies hasta ahora conocidas de este grupo de anfibios se encuentran en estado vulnerable o peligro crítico de extinción.
De acuerdo a los especialistas, se ha llegado a esta situación debido a un hongo patógeno que existe en la naturaleza y que afecta la piel de estas ranas. Esto no es un detalle menor, ya que se trata del órgano más sensible de estos anfibios anuros.
¡Tenemos una nueva especie para el mundo! Luego de que una unidad del @senafrontpanama fotografiara una rana en el Reto Naturalista, el científico Abel Batista realizó la investigación que cataloga a la "Rana arlequín fronterizo" como una nueva especie, registrada para Panamá.
— Ministerio de Ambiente de Panamá (@MiAmbientePma) April 6, 2021
Arlequín fronterizo, la nueva especie
La nueva variedad fue bautizada como rana arlequín fronterizo (Atelopus fronterizo). El descubrimiento fue realizado por un miembro del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá. Esta persona fotografió a la nueva rana y publicó la imagen en iNaturalist.
El nombre de esta especie fue puesto en honor a la tarea de los agentes del Servicio Nacional de Fronteras.
Los especialistas no pudieron identificar el tipo de rana que veían en la foto. Para determinar que se trataba de una especie desconocida hasta el momento se realizaron consultas a científicos locales y se recurrió al archivo del Museo de Historia Natural de Nueva York.
Este descubrimiento fue posible gracias a un trabajo conjunto entre organizaciones panameñas, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y agentes de Policía Ambiental y del Servicio de Fronteras.
La oficialización de la nueva especie «no descripta antes» fue corroborada por una publicación en la revista científica Zoological Research. El biólogo panameño Abel Batista fue quien lideró los estudios.
Ahora lo que sigue es conocer a este nuevo tipo de ranas para determinar sus hábitos y amenazas, ya que pertenece a un grupo de animales altamente vulnerables a las variaciones de su ambiente y al cambio climático.
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