Hay mucha gente que piensa que los dibujos en los muros son una forma de arruinar los edificios urbanos, de estropearlos gratuitamente. Pero el street art es mucho más que eso: además de ser una forma de expresarse artísticamente, cumple otra función hasta el momento desconocida: según un estudio, ayuda a reducir el estrés. Veamos más en detalle de qué se trata.
Los seres humanos somos una especie particularmente atraída por la belleza. No podemos estar mucho tiempo habitando espacios grises y monótonos sin sentir que algo nos falta. El arte ocupa una parte esencial de nuestra vida como seres sociales, sin importar la manera en que la belleza se manifieste, se trate de un museo o de un mural en una calle cualquiera.
En “Los cien pasos”, película que trata de la vida del periodista Peppino Impastato, asesinado por la mafia el año 1978, aborda esta cuestión del siguiente modo: “Si se enseñara la belleza a la gente, se les daría un arma para luchar contra la resignación, el miedo y el silencio. Por eso es necesario educar a la gente sobre la belleza: para que la costumbre y la resignación ya no se infiltren en los hombres y mujeres, sino que la curiosidad y el asombro permanezcan siempre vivos”.
La belleza, pues, nos debería acompañar la mayor parte del tiempo, y todo aquél que la niegue como parte esencial de su vida estaría engañándose y engañando al resto. Las ciudades, pues, no solamente deberían estar organizadas solamente para ser más eficientes, sino que deberían incluir también una cuota de belleza, como la que experimentamos frente a los paisajes de las zonas rurales. Pero ¿cuál es la mejor forma de hacerlo?
El street art: ese bello y desafiante arte
Hay mucha gente que piensa que el arte callejero es una forma de arruinar los muros y edificios urbanos, de estropearlos gratuitamente. Pero el street art es mucho más que eso: además de ser una forma de expresarse artísticamente, cumple otra función hasta el momento desconocida: según un estudio, ayuda a reducir el estrés gracias a sus colores e imágenes.
El estudio fue realizado por un grupo de investigación y fue publicado en la revista “Frontiers in Virtual Reality”. En él se demuestra cómo además de los espacios verdes, los murales tienen una gran influencia en las personas a la hora de reducir el estrés, sobre todo cuando pensamos en lo perjudicial que es el paisaje urbano en general para nuestra salud. Cuando se combina el verde del césped y los árboles, con los colores del arte callejero se producen efectos maravillosos en nuestro cuerpo.
Lo que se comprobó es que ante la vista de parques con árboles y arbustos de diverso tipo, las personas suelen demorar su marcha para apreciar el paisaje, sobre todo los niños pequeños, que fueron quienes usaron los dispositivos de realidad virtual en el estudio. El efecto en el cuerpo es una aceleración del pulso y una sensación de tranquilidad y armonía con el entorno que reduce los niveles de estrés, algo que ocurre también cuando las personas pasan cerca de murales y edificios intervenidos artísticamente.