Por la crisis climática, la temperatura de algunos centros urbanos podría aumentar 4 °C antes del 2100 en casi todo el planeta.
Debido a la crisis climática, ciudades de Estados Unidos, Medio Oriente, el norte de Asia central, el noroeste de China y el interior de Sudamérica y África experimentarán un calentamiento de 4 °C hacia el final del siglo.
Así lo advierte un estudio publicado en la revista Nature. Para llegar a esta conclusión, los investigadores combinaron diferentes enfoques climáticos y datos que proporcionaron proyecciones globales de múltiples modelos de climas urbanos durante el siglo XXI.
Hoy, más de la mitad de la población mundial vive en centros urbanos. Y, según las Naciones Unidas, para 2050 casi dos tercios de la población mundial vivirá en las ciudades.
Por qué las ciudades serán más calientes
En las ciudades hay mayores superficies construidas de concreto y asfalto que absorben el calor y no permiten el enfriamiento. Esto hace que los centros urbanos sean más calientes que las áreas suburbanas o rurales, en donde hay más espacios verdes.
Considerando esto, los científicos utilizaron modelos estadísticos que compararon los climas de distintas zonas urbanas y determinaron esquemas de temperaturas de clima global.
El resultado del estudio les permitió estimar que si las emisiones de gases de efecto invernadero siguen siendo altas habrá ciudades con un calentamiento alto de 4 °C y otras con un calentamiento medio de 1,9 °C.
Por otro lado, la humedad descendería en casi todas las ciudades. Esto podría ser beneficioso para aplicar estrategias de adaptación de vegetación.
Críticas, pero también herramientas para el futuro
Hace un tiempo que se dejó de hablar de cambio climático para hablar de crisis climática. La diferencia radica en que el primero es natural, mientras que la segundo es causada por el ser humano.
Si bien el estudio proyecta un panorama cercano muy desalentador y preocupante, puede servir para que los gobiernos implementen cambios que son cada vez más necesarios en las ciudades.
Por ello, los investigadores indicaron que se debe hacer una planificación urbana eficaz para cambiar la tendencia. Los esfuerzos deben estar puestos en reducir drásticamente la emisión de gases de efecto invernadero y en adaptar las ciudades a nuevos tiempos no contaminantes.
Ejemplo de ello es la necesidad de implementar más espacios verdes, reducir los medios de transporte a base de combustibles fósiles, optimizar los recursos naturales y manejar sosteniblemente los desechos.
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