Foto: Proyecto Libera.
Este dato pertenece Proyecto Libera trabaja para concienciar sobre el impacto de la «basuraleza».
Unas jornadas de limpieza de las playas del Parque Dunar Matalascañas, en España, causó alarma entre los voluntarios por la gran cantidad de bastoncillos y colillas de cigarrillos que se encontraron, incluso enterrados a escasos centímetros de la superficie. Y esto es solo un ejemplo de la contaminación que invade las costas.
Ante el creciente problema de la contaminación por residuos, Proyecto Libera lleva adelante en España el trabajo de estudiar tanto la cantidad como la procedencia de los residuos. Se trata de una iniciativa de SEO BirdLife en alianza con Ecoembes, que persigue la liberación de la “basuraleza”, es decir, la basura abandonada en los espacios naturales.
Uno de los ejes principales de la iniciativa es movilizar a las personas para colaborar en mantener los espacios naturales libres de basura. Esto es de vital importancia para conservar la biodiversidad.
Cada año acaban en el océano 8 millones de toneladas de plástico. Estamos hablando de una contaminación que, en parte, puede evitarse si se toma conciencia.
Según Proyecto Libera, cada año 4,5 billones de colillas de cigarrillos acaban contaminando nuestro entorno.
Los voluntarios del proyecto ambientalista han llegado a recoger hasta 47 kilos de basura en solo un metro cuadrado de playa. Estos residuos son trasladados luego a contenedores para su reciclaje.
La contaminación en las playas afecta especialmente a la fauna y la flora. Especies en peligro como la tortuga boba o del oso marino ártico, aves marinas como la pardela cenicienta, son solo algunos ejemplos. Un estudio señala que el 90% de las aves marinas ha ingerido plástico.
«Se estima que un 17% de las especies afectadas por la basuraleza forma parte de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)», indican desde el proyecto.
El barómetro del Proyecto Libera cuenta con 250.000 objetos catalogados hasta el momento, con mayor presencia de colillas, bastoncillos, envoltorios de comida, redes de pesca y productos farmacéuticos.
Actualmente, con la pandemia, se está evaluando el impacto del desecho de mascarillas en costas del litoral español.
Un estudio pormenorizado de los residuos permitirá delinear planes de acción para afrontar la contaminación de las playas y continuar trabajando para que la ciudadanía comprenda su impacto en los ecosistemas, tanto terrestres como marinos.
Luego de una jornada de recolección de residuos en el Parque Dunar de Matalascañas, todo lo extraído se pesa, cuenta y clasifica. Esto queda registrado en la plataforma online MARNOBA, que permite estudiar cuáles son los mayores objetos contaminantes.
Poder visualizar estos datos es muy importante. La alianza entre diferentes proyectos y ONG puede crear un interesante cruce de información que ayude a dimensionar la problemática.
Gracias a la acción conjunta de organizaciones ambientales dentro de Libera se han identificado más de 800 especies marinas directamente afectadas por el impacto de “basuraleza” en mares y playas.
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