Vivir cerca de un bosque podría ser la clave para gozar de buena salud. La naturaleza sería la principal fuente de salud mental y física.
En los grandes centros urbanos, la calidad de vida puede resentirse. Estar lejos de entornos naturales, con un ritmo diario acelerado, contaminación sonora y del aire, el caos en el tráfico, son factores que aumentan los riesgos de contraer enfermedades asociadas al estrés.
Pero si has vivido en una ciudad y te has mudado a un entorno más natural, con árboles y mucha vegetación, habrás notado una mayor sensación de bienestar. Esto no es extraño, porque según un estudio, vivir cerca de los bosques mejora la salud.
De allí la importancia de fomentar el cuidado de los ecosistemas terrestres. Para el bien de la población, los animales y del planeta entero. Y por eso, cada 21 de marzo se celebra el Día Internacional de los Bosques. Este año, el tema es “Restauración forestal: un camino a la recuperación y el bienestar”.
Los bosques ayudarían a reducir la ingesta de medicamentos
El estudio del que hablábamos más arriba fue publicado por la revista Science Direct. En el mismo se revela que las personas que viven cerca de bosques y parques gastan menos en cobertura médica, tanto en medicamentos como en atención médica.
La investigación se realizó entre la población de Estados Unidos. Contrastó información de gastos en salud con otras variables como el nivel de ingresos, tipo de población y la clasificación de cada condado según el tipo de vegetación.
De allí, se dedujo que en los condados con más espacios verdes la población tenía muchos menos gastos por motivos de salud. Lo que permitió concluir que los bosques ayudarían a mantener una mejor salud.
Además de los beneficios en la salud de las personas, la reducción de gastos en cobertura médica impacta tanto en su economía como en la de los gobiernos. Esta tendencia se reflejó incluso en poblaciones de mayor edad que vivían en entornos naturales.
¿Por qué cuidar los bosques?
El estudio citado muestra el impacto positivo de los bosques en la salud de las personas. Apenas un ejemplo de la importancia de cuidarlos y restaurarlos.
Por esto y mucho más, un objetivo de las Naciones Unidas es llegar al 2030 con más bosques en el planeta.
Los bosques son un elemento natural que ayuda a reducir el CO2, lo que es fundamental para frenar el cambio climático. Además, protegen la biodiversidad, que necesita de estos espacios para crecer y expandirse.
A nosotros nos ayudan a respirar aire puro, a sentirnos mejor y a gozar de todo lo que la naturaleza nos regala: el canto de los pájaros, el aroma de los árboles y la tierra, el sonido de algún río o arroyo.
En definitiva, nos ayudan a volver a sentirnos una parte más de la naturaleza. Y a estar más saludables, nosotros y el planeta.