La serie británica Black Mirror nos hace pensar que pasaría si se extinguen las abejas y las sustituimos por pequeños insectos robotizados.
En el episodio seis de la temporada tres, Black Mirror -conocida serie británica de Netflix-presentó un posible escenario futuro de un mundo sin abejas. Esta es una serie que plantea diversos panoramas futuristas, siempre relacionados con el uso de tecnologías y su afectación en la vida de los seres humanos.
En este episodio, llamado “Odio Nacional”, los humanos parecen haber solucionado la ausencia de las abejas en la naturaleza, reemplazándolas por pequeños insectos robóticos y autónomos que se dedican a hacer el mismo trabajo que las abejas: polinizar.
Pero el desenlace hace pensar que es mejor proteger a las auténticas y verdaderas abejas porque no podemos ir en contra de la naturaleza y su equilibrio. La lección es que, siempre que haya humanos implicados, las cosas terminarán saliendo mal.
A continuación, te contamos de qué va la historia desarrollada en la ficción. Si no la has visto ¡corre a verla! Te advertimos que vienen los spoilers.
La tecnología en malas manos…
En este episodio, vemos cómo la sociedad convive con estos pequeños insectos robóticos voladores que andan polinizando toda la ciudad. Es normal ver sus panales en algunos lugares.
Todo parece normal hasta que comienza a haber asesinatos extraños. Las víctimas son personas que han sido atacadas previamente por cientos de usuarios en las redes sociales.
Son personas criticadas por haber tenido alguna conducta que generó rechazo en la población. Ya sabemos qué pasa cuando algo se viraliza: el odio corre como pólvora y los trending topics no miden los daños que pueden causar.
Dos investigadoras de la Policía descubren que los asesinatos fueron realizados por las abejas, justo después de haber sumado cientos de miles de comentarios con el hashtag «dead to», seguido del nombre de la persona atacada.
Cuando todo se complica más, salta la verdad
A medida que comienzan a investigar en profundidad, descubren que las abejas han sido hackeadas y que la empresa que las desarrolló no tiene ningún control sobre ellas.
Los robots están programados para atacar a las personas sobre las que más #deadto se han replicado. Así, empieza una carrera por salvar a los primeros de la lista hasta que la próxima posible víctima resulta ser un político de alto rango, por lo que el problema toma otra dimensión.
En medio de la desesperación por salvarlo, la policía averigua que el Gobierno hizo una inmensa inversión en la empresa que desarrollo las abejas. Pero no fue para salvar a la naturaleza con la necesaria polinización que hacen los pequeños robots, sino para instalar en ellas cámaras y vigilar a los ciudadanos “para prevenir el delito”.
Finalmente, a pesar que logran controlar de nuevo a las abejas, vuelven a ser hackeados y descubren que van a atacar a todas las personas que se sumaron al hashtag. El terrorista les deja el mensaje de que las abejas, en este caso, se encargarán de dar una lección moral. Terminan asesinando a más de 300 mil personas.
Aunque es ficción, Black Mirror deja un mensaje relacionando con dos problemas que tenemos en la actualidad: la desaparición de las abejas y el ciberataque a personas sin medir sus consecuencias. Siempre es mejor que dejemos que la naturaleza siga haciendo su trabajo antes que meternos nosotros, ¿no lo crees?