Sin químicos ni toxicidades, las bragas menstruales son una solución sostenible que también contribuye a combatir la pobreza menstrual.
Generaciones completas de mujeres crecieron utilizando como métodos de higiene menstrual las toallitas sanitarias desechables y tampones, sin poder contar con otras alternativas más económicas para sectores de bajos recursos.
Muchas personas experimentan irritación y alergia en la piel, picazón, descamación, ardor o inflamación. Todos estos síntomas pueden atribuirse a los componentes químicos con los que se elaboran estos productos.
Ante esto, las bragas menstruales pueden convertirse en la solución de miles de mujeres que no pueden usar las toallitas femeninas. Además, ya sea como complemento de la copa menstrual o de las toallas de tela reutilizables, responden a la necesidad de las consumidoras más exigentes en el cuidado del medioambiente.
La contaminación que genera cada apósito menstrual no biodegradable que se desecha es inmensa. Una mujer puede llegar a utilizar más de 10.000 toallas higiénicas y tampones durante toda su vida fértil.
Otro dato que puede describir el inquietante contexto de esta problemática ambiental es que cada toallita tarda aproximadamente entre 800 y 500 años en degradarse. Por lo tanto, las bragas menstruales podrían ahorrar toneladas de desechos contaminantes al planeta.
En algunos países, este producto aún no es tan popular ni tan accesible en términos económicos, pero ya hay programas implementados por los fabricantes de subsidios y entrega de productos a mujeres que no pueden costearlos.
Una relación más natural con el periodo menstrual
Llevar el ciclo con mucha comodidad es una de las principales ventajas que otorga el uso de las bragas menstruales, que nos permite tener un contacto más natural con nuestro periodo y tener la libertad de dormir sin la sensación de llevar una toallita higiénica.
¿Cómo funcionan? Su capacidad de absorción dependerá del nivel de sangrado o flujo menstrual, pero en promedio tendrá una cobertura de entre cinco y ocho horas. Se fabrican con cuatro capas de tela en la parte estructural interna que absorbe el sangrado, lo que permite dormir, hacer ejercicio o pasar una jornada entera de oficina.
Según la marca que las fabrique, la composición de las telas técnicas que componen las capas puede mantener la superficie seca y evitar los malos olores por sus propiedades antimicrobianas. Mientras que el tejido más absorbente puede retener el equivalente a dos o tres tampones.
Puedes encontrar bragas con diferentes niveles de absorción, desde «súper ligeras» a «nocturnas». Además, se consiguen en los formatos braga, culote o tanga.
El tejido técnico puede lavarse hasta 60 veces y, a partir de entonces, va perdiendo propiedades. Pero podrás seguir usándolas como unas bragas normales.
Descubre esta nueva alternativa de higiene menstrual femenina, excelente complemento de las copas menstruales y de las toallitas de tela reutilizables, que servirá para librar la batalla contra los plásticos y facilitar la vida de mujeres.
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