El estado busca la forma de no habilitar más pozos que trabajen con fracking. California es el tercer productor de petróleo de Estados Unidos.
El fracking es una controvertida técnica de extracción de petróleo criticada por ambientalistas. Se basa en romper las rocas que guardan el crudo en sus poros mediante la inyección de agua y químicos a muy alta presión.
California, el tercer estado con mayor producción petrolera de Estados Unidos y el más poblado, avanza con medidas para prohibir el fracking para 2024. La decisión tomada por el gobernador Gavin Newsom también apunta a prohibir la actividad petrolera de cualquier tipo para 2045.
Esta medida sería el primer paso para constituir un instrumento que faculte al Departamento de Conservación de California a dejar de emitir permisos de explotación petrolera a través del fracking.
«La crisis climática es real y lo vemos todos los días (…). No veo qué rol puede tener el fracking en el futuro, de la misma manera que creo que California necesita mirar más allá del petróleo», aseguró Newsom al anunciar la medida.
Presión social para prohibir el fracking
Ahora, el Departamento de Conservación debe estudiar qué beneficios ambientales tendrá esta decisión. También debe evaluar de qué manera se puede mitigar el impacto económico que esto tendrá en el estado.
Si bien el fracking representa el 1,5% de toda la producción de petróleo en California, esta decisión va a impedir que este porcentaje aumente.
Mientras la medida generó ruido en las compañías petroleras, organizaciones no gubernamentales como el Centro de Raza, Pobreza y Ambiente mostraron su conformidad con el anuncio.
Esto se da en un contexto político de debilidad para el gobernador de California. La decisión llega luego de meses de protestas y presión de varias organizaciones para que el fracking sea prohibido.
Millones de personas, en riesgo por el petróleo
Está demostrado científicamente que los derrames que se producen por la práctica del fracking son altamente contaminantes y afectan la vida de las personas que habitan cerca de estos pozos. También, esta técnica pone en riesgo la salud de cursos de agua.
En California, cerca de 7.400.000 de personas viven a 1,5 kilómetros de alguna perforación de petróleo o gas. Mayormente, son ciudadanos de bajos ingresos o comunidades afroamericanas las que viven en esta riesgosa condición.
Ahora, las comunidades están trabajando también en modificar las leyes existentes para que se prohíba la habilitación de instalaciones petroleras nuevas a distancias poco prudenciales de viviendas o vecindarios.
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