Parece increíble, pero es una sola glándula la que controla una gran cantidad de funciones en nuestro organismo. Entre ellas, el metabolismo, los niveles de estrés, y, por si no lo sabías, la temperatura corporal. En caso de disfunción, podemos padecer algún trastorno vinculado a estos aspectos, pero ¿qué puede provocar su mal funcionamiento?
Con la llegada del verano, el calor, naturalmente, comienza a oprimirnos lentamente. Es así que para mucha gente que cuenta con aire acondicionado surge otra vez el dilema: cuidar el bolsillo o tener la casa fresca. En el caso de los que no tienen este aparato, lo único que queda es pasarse los días esperando a que baje el calor tomando agua y duchándose a cada rato.
Sin embargo, si ya en primavera o con una temperatura más agradable te sientes acalorado o acalorada, es posible que estés teniendo algún problema de tiroides. Parece increíble, pero es una sola glándula la que controla una gran cantidad de funciones en nuestro organismo.
Entre ellas, el metabolismo, los niveles de estrés, y, por si no lo sabías, la temperatura corporal. En caso de disfunción, podemos padecer algún trastorno vinculado a estos aspectos, pero ¿qué puede provocar su mal funcionamiento? A continuación te damos la respuesta.
Para conocer mejor la tiroides
El peso, el estado de ánimo, la temperatura, todo esto depende en gran medida de una pequeña glándula con forma de mariposa ubicada en la base del cuello, que secreta una serie de hormonas indispensables para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Muchas facetas de nuestra vida que no sospechamos tienen que ver con la tiroides, y si padece algún desperfecto, tendrá consecuencias tangibles y verificables a simple vista.
Una afección común de esta glándula es el hipertiroidismo, cuyos síntomas, además de la sudoración excesiva y la sensación de calor incompatible con el ambiente, son la irritación constante y la falta de atención. El problema surge cuando la tiroides segrega más hormonas de las necesarias al sistema endocrino. En algunos casos se dan otros síntomas adicionales como taquicardia, pérdida de peso acelerada, temblores, insomnio y en ocasiones, alteración del ciclo menstrual.
El trastorno opuesto es el hipotiroidismo, y genera síntomas también contrapuestos, a saber, dificultad excesiva para bajar de peso (incluso con dietas y ejercicio frecuentes), cambios de humor repentinos, cansancio y fatiga continuos. El problema, en este caso, se debe a una insuficiencia en la producción de hormonas, lo cual impide al organismo llevar a cabo adecuadamente sus funciones corrientes.