Por el cambio climático, en los últimos 25 años se aceleró el aumento del nivel del mar. Expertos tratan de establecer las consecuencias para el planeta.
Al día de hoy, se sabe que el nivel del mar ha aumentado unos 23 centímetros, según mediciones tomadas desde 1880. Pero el problema realmente no es la cantidad, sino la aceleración del fenómeno: de ese aumento, un tercio ocurrió en los últimos 25 años.
Existen dos factores que explican este fenómeno. Por un lado, tenemos el aporte a los océanos del agua proveniente de los deshielos, que se dan en prácticamente todos los glaciares alrededor del mundo. Por otro lado, el aumento del volumen del agua debido a la expansión térmica.
Y estos dos factores que intervienen en el aumento del nivel del mar son consecuencia directa del cambio climático.
Debido a cuestiones locales como las corrientes oceánicas o la fuerza de los vientos, por mencionar algunas, el aumento en los niveles oceánicos no es parejo a lo largo del planeta. Por tanto, hay zonas en donde apenas se percibe; mientras que en otras, los efectos se han transformado en un problema realmente serio.
¿Qué pasará si se eleva el nivel del mar?
Tenemos que tener en cuenta que muchas ciudades se encuentran junto al mar. A nivel mundial, ocho de las diez ciudades más grandes están cerca de la costa, de acuerdo al U.N. Atlas of the Oceans.
Otro dato. El estudio «Climate Change: Global Sea Level» sostiene que casi el 40% de la población de Estados Unidos vive en áreas costeras.
Pensemos entonces en la amenaza que significa para estas urbes que el nivel del mar siga en aumento. En un futuro, se verán comprometidos sus redes subterráneas de transporte, sus rutas, los suministros de agua, plantas de tratamiento, plantas de energía, puentes y un largo etcétera.
Además, en los últimos 50 años han aumentado las inundaciones. Aunque no son mortales, son cada vez más frecuentes. Causan perjuicios y molestias, con costos muy altos para aliviar y corregir sus consecuencias.
Impacto de la crisis climática en los ecosistemas
Pero el problema no solo lo padecen las ciudades, los ecosistemas costeros son muy vulnerables también.
El hecho de que el agua salada invada las tierras genera mucho estrés para la biota local. Representa, además, un peligro de contaminación muy serio para los acuíferos de agua dulce cercanos al mar, que son fuente de agua tanto para las personas como para los demás organismos vivos del lugar.
A medida que las temperaturas globales continúan aumentando debido a las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, indefectiblemente el nivel del mar continuará aumentando. Su velocidad dependerá en gran medida de dichas emisiones.
¿Hay esperanzas frente al cambio climático?
Si nuestro modo de vida actual no cambia dramáticamente y continuamos actuando como si nada pasase, entonces los posibles escenarios futuros no parecen muy alentadores.
Pero por más que sepamos que en los últimos años el aumento del nivel de los océanos se ha acelerado, eso no significa que la aceleración continuará. El futuro es muy incierto y las variables son muchas, por lo que nadie tiene aún la última palabra.
Constantemente, los expertos en la materia revisan los nuevos datos para tratar de establecer diferentes escenarios futuros con la mayor precisión posible. Hay previsiones leves a moderados y también más extremas, que hablan de aumentos de hasta 2,5 metros para finales de siglo.
Sin embargo, nada está definido aún y todo depende de nosotros. Es tiempo de actuar, no solo para nosotros, sino también para las generaciones que nos precederán.
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