Se avecina un cambio fundamental para la pasta. Pronto empezaremos a comprarlas de una manera totalmente diferente… Aquí te contamos de qué se trata.
Cada vez más empresas comienzan a tomar conciencia de los efectos de la crisis climática. Como consecuencia, las decisiones respecto de la producción se orientan paulatinamente hacia métodos más éticos, es decir, más sostenibles.
A la par de la transición energética, centrada en la posibilidad de utilizar fuentes más limpias y, por lo tanto, renovables, las empresas están cada vez más preocupadas por el tipo de materiales que se emplean en la fabricación de sus productos y los residuos que generan.
En este sentido, si una marca se jacta de ser realmente sostenible, debe prestar suma atención al packaging, puesto que es lo primero que se analiza a la hora de evaluar su compromiso con el ambiente.
La lógica es bastante simple. No sirve de nada haber respetado durante la cadena productiva todos los estándares de sostenibilidad si el producto final termina siendo empaquetado en un envoltorio que impacta negativamente en el ambiente.
Adiós a la pasta tal como la conocíamos
Por esta razón, mostrar un verdadero compromiso con la lucha a favor del planeta es una premisa tanto para emprendedores como para grandes productoras de alimentos. Un envasado que se acerque cada vez más a los estándares de sostenibilidad, pues, es la mejor manera de hacerlo.
Lentamente comienzan a notarse los cambios, principalmente, en las góndolas de los supermercados. Ahora es posible toparse con envases fabricados con materiales insospechados hasta hace relativamente poco.
Ciertamente, se trata de una decisión difícil de tomar para las empresas, puesto que el paso del envasado tradicional al ecológico demanda una gran inversión de tiempo y dinero. De todos modos, son muchos los que han dado ese paso, y luego de los envases compostables que vimos en el caso de frutas, verduras y congelados, le toca el turno a las pastas.
Dos en uno: producto fresco más empaque ecológico
Hay una empresa que se destaca por haber revolucionado el packaging de las pastas. Su nombre es Fontaneto, y está ubicada en la provincia de Novara. La hazaña consistió en haber logrado crear un envase 100% sostenible con una capacidad de almacenamiento que supera los 50 días incluso para la pasta rellena.
La virtud principal de este tipo de empaque consiste en ser capaz de aislar el alimento del oxígeno y la humedad por medio de una barrera transparente pero compostable. Los tipos de pasta envasados actualmente de este modo son dos, pero se espera que este innovador invento sirva para más productos.
Cabe señalar que el desarrollo de esta forma de envasado no fue de un día para el otro sino que les llevó a los expertos más de 2 años, pues el proyecto comenzó recién en el 2019. No obstante, significa un salto enorme en el campo del empaquetado de alimentos.
No está de más reiterar que se trata de un envase compuesto con materias primas reciclables que pueden desecharse junto con residuos húmedos, es decir, que puede transformarse en compost fertilizante. Algo verdaderamente impensado hasta hace poco.