Es bien sabido, a esta altura, que consumir carnes rojas y alimentos ultra procesados no nos hace nada bien. Al mismo tiempo, el consumo de estos productos sigue ascendiendo en varios países. Pasemos a ver qué son exactamente estos productos y por qué son tan perjudiciales.
Nadie puede negar que una reunión semanal, mensual –o tan seguido como nos lo permita la vida- con nuestras amistades y familia, es de las pocas cosas que nos mantienen con alegría en el mundo. En esas reuniones circulan todo tipo de alimentos que van desde hamburguesas, salchichas, asado, un par de cervezas heladas, etc. Pero es la reunión con esa gente la que le da un respiro a nuestros espíritus y no la comida que circula, que, por el contrario, atenta contra nuestros cuerpos.
Hasta la dieta mediterránea, una de las guías de alimentación más recomendables, hace foco sobre el freno que debemos poner al consumo de carne roja. El consumo excesivo de carne roja predispone a nuestros cuerpos a desarrollar tumores, a desarrollar enfermedades coronarias y a sufrir anomalías en el sistema digestivo –entre otros muchos efectos adversos-.
Resumiendo, estos productos no nos favorecen nada, pero indaguemos un poco más sobre qué hace que no sean recomendables para nuestros organismos.
El nuevo estudio que especifica los peligros de los procesados
Sabemos bien qué es la carne roja y de dónde viene, pero quizás no estemos muy familiarizados con los productos procesados y ultra procesados. Detrás de esa delicia aparente, se esconden conservantes, aditivos, colorantes, potenciadores de sabor, emulsionantes químicos, que, si bien también se encuentran en productos de comida rápida, no es exclusivo.
Desde la Universidad Lama Linda en California, el departamento de salud llevó a cabo un estudio que toma en consideración los productos procesados y sus componentes. El estudio se llevó a cabo con aproximadamente 80.000 personas. Muchas de ellas eran vegetarianas y el resultado en estos casos fue verdaderamente desconcertante. Aunque está claro que no consumían carne de ningún tipo, los alimentos procesados y ultra procesados si formaban parte de su dieta habitual. Lo que mostró el estudio, es que estos productos, son tan o más peligrosos que la carne roja. Veamos.
A partir del estudio se desarrollaron ciertas estadísticas que vinculan el consumo de carne y productos ultra procesados con los casos de muerte prematura. Según estos datos, exceder en el consumo de carne de res por encima de las 2-3 veces por semana recomendadas, hace que aumente el riesgo de muerte prematura en un 8%. Sin embargo, el consumo de alimentos ultra procesados asciende hasta un 14% en relación a los casos de muerte prematura, lo que supone un peligro mayor y es por ello que la presencia de los vegetarianos en el estudio, fue tan desconcertante como de vital importancia.