¿Sabías que luego de su fecha de vencimiento algunos alimentos todavía se pueden consumir? Así es, incluso si pasaron algunos días. Aquí te mostramos de qué manera.
Muchos de nosotros somos cautelosos a la hora de escoger qué productos alimenticios consumir y comprar. Es por ello que al llegar la fecha indicada en el envase los arrojamos a la basura; algunas veces, de hecho, lo hacemos antes de cumplido el plazo. Y es por ello también que una de tres personas se fija muy bien, antes de poner un producto en el carrito, cuándo vence.
Es bueno saber, sin embargo, que la fecha de vencimiento es estimativa, y que no determina con absoluta certeza a partir de cuándo ya no es seguro consumir el producto. De hecho, esa flexibilidad permite que podamos hacerlo sin riesgo durante uno o más días luego de pasada aquella fecha. En esta ocasión te mostramos cuales son los productos alimenticios que admiten esa posibilidad y la mejor manera de utilizarlos.
Comida vencida: cuándo es seguro consumirla
En definitiva, podemos decir que la fecha de vencimiento no es un límite absoluto. Esto es algo bueno, pues reduce en gran medida la cantidad de alimentos desechados injustificadamente, aunque no en todos los casos. Pero, ¿qué significa la fecha de caducidad? Básicamente, nos dice hasta cuándo el alimento conserva sus propiedades organolépticas: apariencia, sabor, olor y nutrientes.
Aquí tenemos algunos ejemplos de alimentos que son seguros de consumir pasada la fecha de caducidad y de otros que no lo son.
En el primer grupo de los que pueden comerse pasada la fecha de vencimiento, entran los pretzels y otros aperitivos salados, que a pesar de una ligera pérdida de sabor no traen consecuencias negativas para la salud. El yogur o la leche, por su parte, también pueden consumirse después de su vencimiento nominal, pero sin que pase más de un día y siempre que no hayan permanecido fuera del refrigerador ni muestren signos visibles de deterioro, como mal olor o hinchazón del envase.
Los alimentos del segundo grupo, es decir, los que no son seguros de consumir luego de su vencimiento estipulado, son la carne y los quesos, debido a sus posibles efectos nocivos sobre la salud, de manera que es mejor respetar la fecha.
En otras palabras, la regla general es que los productos frescos siempre deben consumirse en el plazo indicado por el fabricante, mientras que los de «despensa» permiten unos días de gracia sin poner nuestra salud en peligro.