Aprovecha al máximo tu compra de vegetales con estas recomendaciones para no desperdiciar nada, ayudando a la naturaleza y a tu bolsillo.
¿Te ha pasado que quisiste hacerte una ensalada, pero las hojas estaban podridas? ¿O la zanahoria se te puso blanda? No hay nada más triste que, por un descuido, haya que tirar las verduras que tanto le ha costado a la tierra producir.
Así que te daremos algunos consejos para alargar la vida útil de algunos vegetales ya que, gracias a la tecnología, muchos gozamos de las ventajas de tener nevera y congelador.
Antes que nada, la primera recomendación que te damos es que no compres de más. Calcula siempre una compra para que te dure una semana, que es lo que duran generalmente las verduras frescas en la heladera.
1. Lavar y secar bien
Parece un consejo absurdo, pero mucha gente guarda los vegetales sin lavar en la nevera. Eso puede llevar a que, al momento de cocinar, no te den ganas de lavarlas y termines pidiendo comida a domicilio, por ejemplo. En cambio, si ya tienes todo listo en la nevera, será más fácil cocinarlas y menor el trabajo que habrá que hacer.
Es importante que los vegetales estén bien secos al guardarlos porque el agua ayuda a la proliferación de bacterias.
2. Guardar en contenedores
Cada vegetal tiene distintos modos de conservación. Vamos a nombrarte algunos.
Las patatas y cebollas, siempre afuera de la nevera y no hace falta lavarlas. Pero debes guardarlas en bolsas abiertas, nunca cerradas. No dejes las patatas en el frío porque es más fácil que les salgan brotes.
El zapallo, las berenjenas, los zapallitos o los pimientos pueden ir en el cajón de las verduras, sin bolsa. Pero a la zanahoria es mejor guardarla en un contenedor con tapa porque suele ponerse blanda.
Si es invierno, las peras y manzanas pueden ir fuera del frigo; si es verano, mejor adentro porque el calor las hace madurar mas rápido. El plátano siempre fuera del frío para que no se ponga negro.
Las hojas verdes, siempre lavadas y escurridas. Lo ideal es enjuagarlas con el escurridor de hojas verdes, que viene de maravillas. Lo importante es que queden bien, bien secas. Para conservarlas, guárdalas en un contenedor con tapa o en una bolsa con cierre especial con papel de cocina arriba y abajo para que absorba la humedad. Si las guardas así, pueden durarte hasta nueve días.
3. Congelar
Es una muy buena manera para cuando aprovechas vegetales de estación que están de oferta. Es más laborioso, pero piensa que es una inversión de tiempo a futuro.
Puedes cortar cebolla y pimientos en cubitos y ponerlos en bolsas con cierre o en contendedores. Así, al momento de cocinarlos solo los sacas y colocas en la preparación.
Al brócoli córtale las flores y dales una precocción de unos minutos (si es al vapor mejor). Te darás cuenta que esta listo cuando se ponga bien verde. ¡Al tallo no lo tires! Lo puedes pelar y sacarle la cascara fibrosa que es dura y no se come. Una vez pelado, te queda el contenido que es riquísimo, lo puedes cortar en trozos y congelar crudo. Lo puedes usar luego en tartas, guisos, rellenos, sopas.
A las chauchas, córtales las puntas y luego en tres partes, dales una precocción y, una vez que se enfríen, al congelador en bolsa o contenedor.
Por último, a las espinacas puedes precocerlas unos minutos y, cuando estén bien bien verdes, las retiras y las exprimes bien. Asegúrate de sacarles toda el agua. Luego, haz bolitas y colócalas en un plato adentro del congelador. Cuando ya estén congeladas, las puedes guardar en una bolsa bien cerrada y listo. Espinaca para lo que quieras.
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