No dejes que la tecnología domine la vida de tu familia y la de tus hijos. Controla el uso del móvil de los más pequeños para tener una vida más feliz en casa.
Es cierto que el móvil es un gran aliando para cuando necesitas unos minutos de paz en casa: se lo das a los niños y de repente reina el silencio. Esto puede ocurrir de vez en cuando, pero ¿qué pasa cuando el teléfono se transforma en un juguete más de tus hijos?
La conexión a la pantalla no debería ser la única manera de mantenerlos entretenidos y frenar sus berrinches. El exceso de horas frente al teléfono se vuelve una adición que debes controlar porque estás condicionando el desarrollo de tu hijo.
Según las recomendaciones pediátricas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niños menores de dos años no deberían tener contacto alguno con pantallas.
La OMS advierte que pequeños de dos a cinco años no deberían pasar más de una hora diaria frente a una pantalla. Estos lineamientos surgen para prevenir el sedentarismo y mejorar el desarrollo intelectual de los niños.
Así, reducir tiempos en pantalla implica una mejor calidad de vida porque esto debería representar más horas de sueño y mayor ejercicio, lo que a la larga implica más salud.
La organización internacional resalta además que cuando se opta por actividades sedentarias deberían estar enfocadas en leer, pensar y armar cuentos o cantar. Se trata de estímulos diversos que ayudan a desarrollar el intelecto de los niños. Así, te dejamos estos consejos para limitar el acceso de tus hijos al móvil.
Modera tu uso del móvil
Los niños aprenden por imitación. Si ellos ven que tú (quien eres su modelo a seguir) estás todo el día con el teléfono en la mano, querrán hacer lo mismo.
Trata de utilizar tu móvil lo justo y necesario, y no estés más pendiente de él que de tus hijos. Hazte tiempo para compartir y jugar con ellos, verás que así no estarán tan pendientes de querer interactuar con una pantalla.
Inculca el gusto por los libros
A veces puede ocurrir que cuando les damos el móvil a nuestros hijos perdemos el control sobre lo que hacen con él: ¿por qué sitios navega, qué videos ve? Siempre lo más sano es que tú supervises qué hacen los niños.
En lugar de recurrir al móvil, puedes inculcar el gusto por los libros. Para los más pequeños vienen muchas opciones con dibujos llamativos y hasta con objetos para interactuar. Para los más grandes, hay opciones de literatura muy sencilla y entretenida. Si desarrollan placer por la lectura el móvil no será trascendental en sus vidas.
Disfruta del sol y los parques
La actividad física es un gran aliado para alejar a los más pequeños del teléfono. Haz que tu presencia en casa cuando no estás trabajando sea un motivo de alegría para ellos y planifica salidas divertidas donde puedan gastar su energía.
Puedes organizar paseos por parques cercanos a tu hogar o en el patio de casa. El ciclismo es también una hermosa actividad para compartir en familia. Mientras más sol vean los niños, menos luz de pantalla querrán.
No le quites el móvil del todo
Establecer reglas ayuda a mejorar los hábitos de los más pequeños. No le quites el teléfono del todo. Establece un día y un horario para que puedan utilizar el teléfono y saciar su curiosidad.
Aprovecha este momento de contacto para inculcarle a tus hijos buenas prácticas del uso de la tecnología y para controlar qué hacen cuando están con la pantalla. Recuerda que este consejo es para niños mayores de dos años.