Costa Rica prohíbe la pesca de arrastre, una práctica destroza los fondos marinos y captura animales indiscriminadamente.
Cada año, los fondos marinos son barridos por pesadas y gigantes redes de pescadores que, además, capturan todo a su paso. Esta práctica de pesca intensiva conocida como arrastre de fondo está haciendo estragos en los ecosistemas marinos del mundo.
Así lo ha entendido Carlos Alvarado, presidente de Costa Rica. El mandatario vetó un decreto que permitía la pesca de arrastre de camarón este país centroamericano y que había sido sancionado por el Congreso en octubre de 2020.
En mi deber de promover el bien común y asegurar el equilibrio entre actividad productiva y sostenibilidad, y además, en cumplimiento de mi palabra, hoy he vetado totalmente el decreto de ley 9909 sobre la pesca de camarón.
— Carlos Alvarado Quesada (@CarlosAlvQ) October 31, 2020
Organizaciones ambientalistas locales e internacionales y pescadores artesanales habían manifestado su oposición con la aprobación de la ley. Y recordaron al mandatario uno de sus ejes de campaña: ejercer la democracia ambiental.
En Costa Rica, la pesca de arrastre de camarón ya había sido prohibida en 2013. Se estimaba que por cada kilogramo de camarón conseguido se sacrificaban más de 7 kilos en otras especies que quedaban capturadas en las redes.
Daño profundo a la biodiversidad marina
La pesca de arrastre se expandió globalmente con la industrialización de la pesca a fines de 1800. Hoy que las poblaciones del mundo intentan disminuir el daño que le ocasionan al planeta, esta práctica tiene que acabar.
Este sistema de pesca se emplea para capturar bacalao, el pez de roca, calamares y camarones. Pero es el que mayor cantidad de capturas accidentales genera.
Según Greenpeace España, con la pesca de arrastre se descarta entre el 15% y el 70% de lo capturado.
Tiburones, moluscos, crustáceos, erizos, estrellas de mar, entre otras especies marinas, son víctimas de esta práctica. De acuerdo a cálculos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), 29.000 tortugas marinas mueren atrapadas en las redes cada año por la pesca del camarón tropical.
Otras consecuencia del paso de las redes es que el suelo marino queda destruido. La remoción de sedimentos elimina organismos y bacterias del fondo de los océanos que son esenciales para el equilibrio ecosistémico.
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