Preguntarnos si no hay algo mal con nosotros cuando pasa el tiempo y el olor que sentimos no desaparece es algo razonable, pues los olores fantasma tienen que ver, usualmente, con este trastorno.
Pero hay un estudio específicamente destinado a diagnosticar si los olores fantasma están vinculados a alguna enfermedad, esto es, si pueden ser sus efectos secundarios.
Ciertamente, no es normal sentir olores cuya fuente es imposible de identificar, sobre todo si persiste en el tiempo. Si alguna vez te ocurrió esto, o si te está ocurriendo ahora, debes saber que es casi seguro que se trate de un trastorno vinculado al uso de fármacos. Esto ese descubrió a partir de un estudio realizado por especialistas.
Las conclusiones del estudio son resultado de una investigación llevada a cabo en 2019, dedicada a indagar los efectos secundarios de ciertos medicamentos, entre los cuales estaba la percepción de olores inexistentes. Existen algunos medicamentos que están relacionados con este molesto trastorno, aunque, claramente no todos lo están.
¿Sabías que, según un estudio, los olores fantasma son síntoma de un trastorno?
Antes que nada, sería bueno recordar que el uso de fármacos debe restringirse a lo estrictamente necesario. En caso de tratarse de dolencias menores o molestias relativamente leves, lo mejor es acudir a métodos naturales. Veamos ahora de qué se trata el trastorno asociado a los olores fantasma y cuáles son las drogas que lo causan.
La percepción repentina de olores cuya fuente ambiental no se puede reconocer directa o indirectamente es un tipo de alucinación olfativa llamada fantosmia. Pero, ¿cuál es su causa? El estudio llevado a cabo por los científicos Bainbridge y Byrd-Clark, publicado en Chemosensory Perception, reveló que existen dos enfermedades asociadas a esta alucinación: colesterol y diabetes.
Para ser más precisos, la fantosmia se vincula con las drogas utilizadas para tratar estas enfermedades. La investigación permitió establecer que los olores fantasma comenzaban a aparecer cuando las personas recibían cinco o más drogas, conclusión a la que se arribó luego de examinar a 7.417 adultos mayores de 40 años. En particular, se trataba de drogas contra la diabetes, antihiperlipidémicos e inhibidores de la bomba de protones. A medida que la edad era más avanzada, el vínculo entre estos medicamentos y la fantosmia se hacía más marcado.
Podríamos decir, entonces, que este estudio es la puerta de entrada a otro tipo de investigaciones innovadoras respecto del vínculo entre percepción y drogas usadas para el tratamiento de enfermedades; en concreto, sobre las alucinaciones y los fármacos contra la diabetes y el colesterol.