Debes tener especial cuidado cuando tu perro salga a dar sus paseos habituales, para evitar ciertos peligros. Te contamos uno muy frecuente y poco considerado.
El vínculo entre el hombre y el perro se remonta a tiempos inmemoriales; realmente es el mejor amigo, una vez que se encariña no hay nada que hacer, siempre tendrás esa sensación de protección. Los niños se abrazan con ellos como a un hermano pequeño; y es que, en todo aspecto, son parte de la familia.
Lo que hay que tener en cuenta es que los hábitos son diferentes y necesitan muchos tratamientos para disfrutar de una prolongada salud. La parada diaria favorita de nuestros peludos amigos, son para hacer sus necesidades. Pero no es solo para hacer caca y orinar, es también para formar más el vínculo con su dueño. Pero cuidado que en ese momento corre un grave peligro.
Averigüemos el por qué de lo que puede suceder, si solemos dar paseos con ellos por el campo, o en lugares con mucha vegetación, especialmente durante el verano.
Aquí está la razón de por qué debes tener mucho cuando tu perro salga a pasear, y no arrepentirte después
Si estás en ese momento mágico donde tienes un cachorro, sabrás a la perfección lo delicado que puede ser. Hay que mantener su pelaje y puede desarrollar varias alergias. Debe alimentarse con comida especial, seleccionada y de calidad. Sin embargo, desafortunadamente hay también enemigos ‘externos’ y no podemos distraernos.
Como ya dijimos, el paseo es un momento muy especial para nuestro perro. Puede desahogarse, hacer las necesidades y mejorar la relación con su dueño. Pero es justo ahí donde debemos tener cuidado. Ni siquiera lo notamos.
Existe un gran peligro de algunos tipos de espigas y sus ramas, que tienden a desprenderse con facilidad. Tienen una parte muy fina y punzante, como una especie de aguja que puede adherirse al pelo en la superficie y luego penetrar en la piel interna. En el pelo sólo hay que desplegarlo con delicadeza, pero en el caso de la piel puede resultar peligroso, provocando rápidamente infecciones.
Cuando una espina entra en la piel del perro, no habrá forma de que lo notemos y el perrito sufrirá. Puede picar, pueden aparecer pústulas, que se hinche en el lugar y hasta sangre en el peor de los casos.
Por desgracia, las espinas pueden afectar cualquier área del cuerpo: piernas, hocico, cola, nariz, abdomen, etc. Es por ello que recomendamos vigilar siempre al cachorro y evitemos que camine cerca de ellas. Comprobemos a menudo que no presenta ninguna de las reacciones mencionadas. En caso de que se presente alguna reacción vaya de inmediato al veterinario que sabrá qué hacer al respecto.