Si estás a dieta, pero amas los brownies, te mostramos la solución perfecta para no tener que renunciar a tu postre favorito.
Entre los mejores y más sabrosos productos culinarios estadounidenses, quizás después de la Coca-Cola y las hamburguesas, se encuentran los brownies. En cualquier caso, son productos con mucho contenido calórico y, si se consumen todos los días, sería muy poco saludable para nuestro organismo. Pero es casi imposible de resistirse a ese chocolate que nos mira preguntando por qué no lo mordiste.
Es una difícil decisión ante la cuál cualquiera entraría en crisis. Los postres son para nosotros como el paraíso en la tierra y puede ser tanto una tarta de manzana, como un cannoli, o un cuadrado relleno de amor y chocolate donde cada pieza contribuye al fracaso nutricional. Por otro lado, como no es recomendable entregarse a los placeres culinarios sin prestar atención a nuestra dieta, es mejor dar con un compromiso que esté a favor de nuestro estómago y nuestra cabeza.
A menudo el hambre es un estado de ánimo y cuando sentimos rugir nuestro estómago, la mayoría de las veces es el antojo por un postre o por un plato en particular. Buscamos en la comida, toda esa adrenalina que nos falta cuando estamos tristes, alegres, ansiosos o aburridos.
No te preocupes si te encuentras indeciso en alguna de estas situaciones. Tenemos la solución adecuada y sabrosa. Vas a quedar con la boca abierta con estos brownies.
Comiendo con gusto y a conciencia los brownies ligeros
Ya que nos quede claro que podemos comer bien sin sacrificar el sabor, veamos la receta para hacer los brownies ligeros.
- 150 g de chocolate amargo
- 150 ml de leche
- 125 g de yogur griego
- 30 ml de aceite de maní
- 2 huevos
- 50 g de azúcar
- 80 g de harina de trigo blando 00
- 30 g de cacao en polvo sin azúcar
Para empezar, trocea el chocolate y júntalo con la leche lo suficientemente caliente para que se derrita. Luego, en una sartén mezcla la leche con chocolate y añade el yogur griego y el aceite. Ahora bate los huevos con el azúcar hasta conseguir una consistencia espumosa. Combina todo y que queden bien mezclados.
Agrega la harina y el cacao, siempre tamizando y mezclando para que quede nivelado. Toma la masa y, en una bandeja, hornea durante 15 minutos con el horno a 180°C. Una vez pasado el tiempo, bate la sartén para remover la costra que quedará encima de la tarta. Espera otros 10 minutos y cuando esté fuera del horno deja que se enfríe antes de cortarla. Para terminar, si quieres, puedes utilizar distintos frutos para adornarla: fresas, frambuesas o frutos secos.