Científicos descubrieron que ratas, ratones y cerdos pueden oxigenar su sangre si se les inyecta oxigeno a los intestinos a través del recto.
Una investigación realizada por la Universidad Médica y Dental de Tokio en conjunto con el Hospital Infantil de Cincinnati pudo determinar que roedores y cerdos pueden oxigenar su sangre a través del intestino y del recto.
El estudio, según sus autores, es importante porque profundizar esta línea de investigación permitiría pensar en tratamientos alternativos para pacientes con coronavirus con deficiencia de oxígeno en sangre.
Los científicos pudieron comprobar esto en los mamíferos mencionados que padecían insuficiencia respiratoria. El experimento se basó en inyectar a través del recto un líquido con una importante composición de oxígeno.
Primeras pruebas fallidas
Se conoce que algunos seres acuáticos como las lochas (peces de agua dulce), han desarrollado mecanismos de «respiración intestinal». Esto les permite sobrevivir en entornos con muy baja presencia de oxígeno.
Este dato fue el que disparó las pruebas clínicas de este estudio en ratas, ratones y cerdos. Se intentó primero oxigenar la sangre ventilando los gases del intestino e inyectando oxígeno líquido.
El 75% de los roedores expuestos a este estudio mostró buenas respuestas en condiciones de bajo oxígeno. Pero también se determinó que no es un sistema que pueda utilizarse en humanos.
Oxígeno a los intestinos a través del recto
Así, los científicos desarrollaron un líquido oxigenado diseñado para ser inyectado a través del recto a los intestinos y que no requiere ventilación de gases.
Se pudo determinar que, en condiciones de escaso oxígeno, la ventilación líquida intestinal fue eficaz para llevar oxígeno a la sangre y al corazón de estos mamíferos. También revirtió la palidez de la piel y aumentó la temperatura corporal.
Una vez finalizado el estudio no se observaron efectos secundarios evidentes. Es por esto que los científicos se animarán a profundizar esta línea de investigación para determinar si el sistema puede ser utilizado en humanos con insuficiencia respiratoria.
Esta próxima fase se realizará con el apoyo de la Agencia Japonesa de Investigación y Desarrollo Médico. La Agencia y los investigadores creen que este método podría utilizarse para reemplazar a los respiradores mecánicos. Esto sería muy útil para descomprimir la dependencia de estos aparatos en situaciones críticas, como la actual pandemia por coronavirus.