El hallazgo de fármacos en pescados puso en alerta a la sociedad de Córdoba, en Argentina. Un análisis en los mercados locales arrojó la presencia de 42 drogas.
Una investigación realizada en Córdoba, Argentina, advierte sobre el manejo irresponsable de antibióticos por parte de quienes se dedican a la piscicultura, así como entradas incontroladas de antibióticos.
El cóctel encontrado en muestras de pacú, sábalo, trucha y salmón pone en duda la seguridad alimentaria en relación a su consumo local. Y sugiere un manejo irresponsable de fármacos en la industria de la piscicultura y la falta de controles sanitarios.
Entre los fármacos encontrados en pescados comercializados en el mercado local se determinó que en el 100% de los casos hay presencia de antibióticos de las familias de macrólidos, tetraciclinas y fluoroquinolonas.
Se trata de medicamentos prohibidos en criaderos para consumo humano. La tetraciclina o fluoroquinolona son utilizadas para tratar una variedad de infecciones bacterianas externas e internas.
“Estas cuestiones están desafiando nuestro conocimiento actual sobre la toxicidad de alimentos de producción intensiva para la salud humana. Para saberlo es necesario ampliar los estudios”, indicó Valeria Amé, directora de la investigación.
Contaminación con un temible efecto a largo plazo
Estos datos se dieron a conocer recientemente. La investigación fue realizada entre 2017 y 2018 por la Universidad Nacional de Córdoba, el Centro de Investigaciones en Bioquímica Clínica e Inmunología y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina.
Los valores que exhibían las muestras excedían el límite máximo residual de al menos un antibiótico, es decir que la preocupación está centrada en su efecto a largo plazo.
«Si bien los niveles registrados están dentro de los límites de las dosis diarias que una persona puede ingerir, de acuerdo a la normativa de referencia, se carece de información suficiente sobre su efecto a largo plazo», indican en el informe académica de las conclusiones de investigación.
Según indica el estudio, los antibióticos se han utilizado en la acuacultura durante más de 50 años. Sin embargo, una característica de estas sustancias que causa preocupación es que entre el 30% y el 90% no se metaboliza una vez ingresada al sistema de los peces y vuelve al ambiente través de la orina y las heces.
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