Reducir el consumo de carnes es clave para mitigar el cambio climático. La dieta flexitariana es una alternativa de consumo responsable y aquí te contamos qué propone.
Nuestra alimentación tiene fuertes impactos en el ecosistema. El elevado consumo de carnes rojas es uno de los principales responsables de la acumulación de gases de efecto invernadero en nuestra atmósfera. La producción industrial de animales para su consumo y la alimentación que estos necesitan son la razón del desmonte en el planeta.
Si cambiáramos algunos de nuestros hábitos alimenticios estaríamos contribuyendo a darle un respiro al ambiente. El consumo responsable es una de las claves para lograrlo y equilibrar nuestra alimentación entra en ese universo de acciones.
La alimentación flexitariana se presenta como una dieta alternativa para ayudar al planeta. Consiste en ser vegetariano, pero no tanto. El nombre de esta corriente alimentaria surge de la unión de las palabras “flexibilidad” y “vegetariana”.
Cabe aclarar que este tipo de dieta no está relacionada con el vegetarianismo, por lo que los vegetarianos no la reconocen como una vertiente de su estilo de alimentación.
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La base de la dieta flexitariana
Una dieta flexitariana se basa en el consumo de alimentos de origen vegetal, pero que eventualmente incluye también el consumo de productos provenientes de la industria de animales.
La corriente detrás de incorporar este tipo de alimentación plantea reducir el consumo de carne bovina y de carne de cerdo e incrementar la ingesta de semillas, legumbres, verduras y vegetales.
Pero además, la dieta flexitariana se trata también de abandonar la ingesta de alimentos ultraprocesados y excedidos en grasas y azúcares. Para muchos expertos, se trata de una alimentación omnívora, pero saludable y equilibrada.
Reducir la ingesta de carnes no sólo representaría una ayuda al planeta, sino también a nuestra propia salud, ya que está demostrado que el consumo en exceso de proteínas animales genera enfermedades coronarias, obesidad y hasta cáncer.
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Consumo ocasional de carnes
La dieta flexitariana tendría los beneficios de una alimentación vegetariana sin correr los riesgos de la ausencia de proteínas, calcio y algunas vitaminas. Esto estaría compensado por el consumo ocasional de carnes.
Ahora bien, ¿qué significa consumo ocasional? En la dieta flexitariana se entiende que las legumbres, los cereales, las frutas, las verduras y las semillas deberían formar parte del 80% ciento de esta alimentación.
Esto deja al consumo de carne en un 20% de la composición de esta dieta, y por esto se entiende que su ingesta es ocasional.
El otro factor a tener en cuenta a la hora de incorporar una dieta flexitariana está relacionado a la conciencia como consumidores. No basta con ingerir los alimentos vegetales mencionados. Se debe conocer su origen y forma de elaboración, para estar seguros de que su producción ha seguido estándares amigables con el ambiente.
Retirar de las góndolas productos cuya elaboración hayan significado la destrucción de algún ecosistema es una lucha que sostienen varias organizaciones.
Esto está relacionado a los desmontes, el uso irracional del agua y las malas prácticas agrícolas relacionadas a los agroquímicos.
Dieta flexitariana y mediterránea
La dieta mediterránea sería un pariente muy cercano al flexitarianismo. Esta forma de alimentación es una tradición en recuperación en España, Italia, Portugal, Grecia y Croacia, entre otros.
La dieta mediterránea está basada también en frutas, legumbres, verduras, cereales, aceite de oliva, pescados, vinagre y vino, productos típicos de los países que bordean el mar Mediterráneo.
Por su composición, previene enfermedades cardiovasculares, coronarias o complicaciones relacionadas con la obesidad, como la diabetes.
¿Estarías dispuesto a disminuir el consumo de carne para ayudar al planeta y mejorar tu salud?
No te olvides que esta nota es informativa. Si estás buscando realizar cambios en tu dieta consulta a un profesional nutricionista para tener una orientación segura y saludable.
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