Se trata de un cambio radical respecto de la salud de nuestros perros. Según un estudio, los amigos de cuatro patas han resultado beneficiados con la decisión de sus cuidadores.
En algunas sociedades, la cultura del bienestar no sólo ha mejorado la vida de los seres humanos. Cuando hambre y la miseria ya no son preocupaciones cotidianas, la vida en general permite a las personas preocuparse por otras cosas, quizá de índole “secundaria”.
Desde luego, si uno vive en Afganistán o Burkina Faso, no es una prioridad proponerse llevar adelante una dieta sostenible y equilibrada, en armonía con todos los seres vivos. Pero aquellos que contamos con el privilegio de habitar las partes más favorecidas del mundo podemos pensar en cómo mejorarlo, pues las necesidades básicas no son una preocupación. Ahora bien, ¿cómo saber si estamos haciendo lo correcto?
Como sabemos, en una dieta vegana están terminantemente prohibidos los productos de origen directa o indirectamente animal. Esto puede conducir a la falta de ciertos nutrientes como proteínas, zinc, calcio, hierro, vitamina D, Omega 3, yodo y taurina, aunque no es un impedimento para la dieta puesto que existen muchos suplementos para compensarla. Ahora bien, ¿se puede aplicar este tipo de alimentación en los perros?
¿Qué tan buena es una dieta vegana para los perros?
A partir de una investigación llevada a cabo en Reino Unido, que se publicó en la revista “Plos One”, resultó que de los 2500 perros estudiados a lo largo de un año, la mayoría tenía una alimentación normal. Del resto, un tercio comía carne cruda y el 13% estaba siguiendo una dieta vegana. De la investigación se obtuvieron datos realmente sorprendentes.
El bienestar de un perro se evalúa observando diversos factores a lo largo del tiempo. En este sentido, los perros que recibían una dieta vegana controlada obtuvieron muy buenos resultados, teniendo en cuenta los medicamentos y las visitas al veterinario. Los que durante el último año no habían consumido alimentos de origen animal necesitaron menos medicación que los perros con una dieta “normal”. En concreto, de estos últimos, la mitad necesitó medicación, mientras que de los primeros, sólo un tercio.
Respecto de la salud en general, el 49% de los perros con alimentación tradicional habían sufrido algún trastorno o patología. El porcentaje era menor en el caso de los perros veganos: un 36%. Existen, sin embargo, ciertas limitaciones en una dieta de este tipo que deben tenerse en cuenta.
Cabe señalar que los perros examinados en la investigación eran mascotas, con lo cual se descarta la posibilidad de saber cómo impactaría una dieta vegana en perros callejeros y pastores. El tiempo de estudio (un año), por su parte, no es lo suficientemente amplio como para conocer cuáles son los efectos que a largo plazo tendría una dieta de este tipo. Por último, en el Reino Unido, el 45% de los encuestados estaba dispuesto a darles a sus perros una alimentación vegana, mientras que 1 de cada 4 ya lo habían hecho alguna vez.