Repasamos la travesía de diez osos pardos que estuvieron enjaulados durante 20 años en el ex zoológico de Mendoza, en Argentina, y volvieron a ser libres en un santuario de Colorado, en Estados Unidos.
«La primera vez que visité a los 10 osos de Mendoza me detuve en cada uno para poder observarlos con detenimiento y cuando llegó la hora de visitar al oso que estuvo 19 años en un pozo trataba de entender lo que ese ser sentía. Recuerdo que lo miré a los ojos y le dije que algún día iba a estar en su lugar y eso iba a significar que él ya era libre», así relataba Geraldine Vidal, representante en Argentina del Wild Animal Sanctuary, su comienzo en una travesía que culminó con el inédito traslado de una decena de osos pardos que vivieron más de 20 años en cautiverio en un zoo argentino.
La también titular de la Organización No Gubernamental Enfoque Animal hacía esa promesa a Athila, conocido por ser uno de los 10 osos más afectados en el ex zoológico de la ciudad de Mendoza (hoy reconvertido en ecoparque) por haber estado enjaulado en una pequeña fosa, lejos de la gente y con el objetivo de la reproducción de su especie. El animal había intentado escapar en el año 2000 y por eso se encontraba condenado al confinamiento de cemento y rejas.
Hoy, Athila, Sorpresa, Mabel, Rosa, Esperanza, Julieta, Fausto, Libertad, Yogui y Buko viven otra realidad. Su historia se compartió en un emocionante documental de aproximadamente 10 minutos que narra el fin de su cautiverio y el viaje de tres días hacia su nuevo hogar en The Wild Animal Sanctuary, en el pueblo estadounidense de Keenesburg, en Colorado.
A un año de su traslado, vale la pena recordar su historia y revivir la travesía.
Una decena de osos, diez vidas liberadas de la desidia
A pesar que la historia de Athila ha sido la más conocida por lo dura que fue, el resto de los nueve osos también sufrieron el confinamiento dentro de un lugar que no era lo suficientemente habitable para ellos.
Tanto en sus redes sociales como en el documental «Una decena de osos», Geraldine comparó la fosa donde habitaba Athila con el lugar donde ahora viven felizmente los 10 osos pardos. Se trata de una enorme reserva ideal para animales exóticos y carnívoros que desafortunadamente alguna vez estuvieron en cautiverio.
La directora del Ecoparque de Mendoza, Mariana Caram, expresó que siguen haciendo el traslado de animales hacia «santuarios naturales» en todo el mundo, y que actualmente se encuentran vigilando una vida de calidad para todos aquellos animales que se encuentran en el ecoparque.
El inédito traslado desde Argentina a Estados Unidos
Llevar a los 10 osos pardos desde el zoológico hasta su nuevo hogar en Colorado no fue sencillo. El proceso completo se llevó a cabo en aproximadamente dos años y fue un trabajo en conjunto entre la ONG Enfoque Animal, el gobierno de Mendoza, la Fundación Franz Weber y el mencionado santuario estadounidense.
A mediados de noviembre del año pasado, el gobierno mendocino inició la travesía de los 10 animales, que habían estado encerrados toda su vida hasta ese momento. Fueron trasladados todos juntos y al mismo lugar, en una organizada travesía que sorprendió al mundo por tratarse de un procedimiento inédito en cuanto a la calidad y la cantidad de animales involucrados.
En este proceso, los colaboradores tuvieron que realizar tareas de gran esfuerzo, ya que eran 10 animales enormes a trasladar. Además, no querían sedar a los osos pardos por miedo a su salud y porque sería mucho más complicado por el peso de cada uno de ellos.
De acuerdo a la explicación del documental «Una decena de osos», las jaulas para el traslado tuvieron que ser colocadas en cada recinto donde los animales se encontraban, lo que resultó complicado ya que eran pequeños espacios con rejas ubicados en el Cerro de La Gloria, que poseía diferentes desniveles y formaciones rocosas.
Sin embargo, con ayuda de cada uno de sus cuidadores, los 10 osos pudieron entrar a las jaulas utilizadas para su traslado. Así, viajaron durante aproximadamente tres días y la travesía fue seguida paso a paso en el documental.
Durante el viaje, los 10 osos pardos fueron cuidados las 24 horas del día con alimentación e hidratación, en un viaje que se realizó primero por tierra y luego por avión hasta llegar a su nuevo destino.
El nuevo hogar de los 10 osos pardos, de acuerdo al gobierno de Mendoza, es un santuario con 320 hectáreas, ideales para albergar grandes animales ya que cuenta con inmensos pastizales rurales.
Este lugar en el condado de Denver acoge a grandes carnívoros y es conocido por ser el primer santuario con una enorme superficie para animales que han sido rescatados.
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