La industria agroalimentaria usa organismos modificados genéticamente (OMG) y transgénicos en sus cosechas. Si bien están relacionados, no son lo mismo.
Los organismos modificados genéticamente (OMG) y los alimentos transgénicos forman parte de la ingeniería genética, que se dedica a modificar los genes de diferentes formas. Y si bien los términos se suelen usar como sinónimos, no son lo mismo.
La alteración de materiales genéticos se aplica en muchos ámbitos y campos de estudio, principalmente en la industria agroalimentaria, la farmacéutica y la medicina.
Como en la actualidad hay más consciencia de los consumidores y mucha resistencia a consumir alimentos OMG, creemos necesario primero aprender de qué se tratan y diferenciarlos de los alimentos transgénicos.
Diferencias entre los alimentos OMG y los transgénicos
El Espacio de Referencia en Genética Médica y Genómica, que comparte artículos de genética para profesionales, aclara las dudas en la terminología.
La manera más simple de diferenciarlos es la siguiente: “Así como podemos decir que todas las margaritas son flores, pero no todas las flores son margaritas; podemos decir que todos los transgénicos son OMG, pero no todos los OMG son transgénicos”.
Aunque parezca un juego de palabras, lo fundamental es distinguir primero cuáles son las características de cada uno.
Los OMG son organismos que tienen el ADN modificado artificialmente. Dentro de una amplia gama de posibilidades de modificarlos, se elige la que resulta conveniente para el fin buscado. Por ejemplo, hacer que una planta sea resistente a ciertos insecticidas.
Por otro lado, los transgénicos son OMG a los que se les ha introducido un ADN que no pertenece a su genoma original. Es decir, ADN de otro organismo.
¿Por qué modificar los vegetales?
La polémica que desata su uso no será un tema que trataremos aquí, pero si podemos decir por qué la agroindustria los utiliza.
La variedad de modificaciones que se pueden hacer es muy amplia. Por ejemplo, con los OMG los cultivos a gran escala aumentan la producción gracias a la resistencia a los insecticidas. Además, los alimentos se pueden producir con características físicas que los hacen mas apetecibles o con más vitaminas.
Los OMG son utilizados por las grandes industrias para producir a gran escala y sin considerar los impactos ambientales.
En paralelo, los pequeños productores luchan con las grandes corporaciones por las patentes de las semillas, ya que muchas de ellas se han diseñado para tener un solo uso. Son las semillas llamadas “suicidas”, que aseguran que la planta, una vez cosechada, se vuelva infértil y no pueda volver a sembrarse.
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