El uso masivo de energías limpias para el 2050 cuadriplicaría la demanda de minerales. ¿Cuáles serían las posibles alternativas?
En los papeles, reemplazar los combustibles fósiles por energías limpias para mitigar el calentamiento global es un plan perfecto. El problema es que llevar esto a la práctica significará un gran impacto por la escalada de demanda de minerales que representaría.
El cálculo fue realizado por la Agencia Internacional de Energía (AIE). El organismo estima que responder a las metas del Acuerdo de París cuadruplicaría la demanda de minerales entre 2020 y 2040.
Si esta transición energética fuera más veloz, las proyecciones indican que se necesitarían seis veces más minerales que los que el sector demanda actualmente. Otro de los riesgos es que la producción de estos minerales está en muy pocas manos.
Energías limpias y minerales necesarios
El informe realizado por la AIE advierte que con estas proyecciones debe actuarse para determinar cómo responder a esta demanda. Es que, de otra manera, los objetivos del Acuerdo de París para frenar el cambio climático podrían verse comprometidos.
La masificación de coches eléctricos es uno de los ejemplos tomados por la AIE. La agencia proyecta que se necesitarán 30 veces más minerales para poder garantizar un acceso global a este tipo de vehículos hacia el 2040.
El litio, elemento clave de las baterías, tendría una demanda 32 veces superior a la actual. Grafito, cobalto, níquel y tierras raras también sufrirían un incremento de demanda, aunque en niveles menores.
Si se pasara a una matriz energética basada en electricidad, también subiría la necesidad de cobre para armar redes de cableado para todo el planeta. La estimación de la AIE es que la demanda se duplicaría.
Innovación y reciclaje para solucionar el problema
La diversificación de la producción de estos minerales preocupa porque solo unas pocas naciones son productoras de estas materias primas. China produce el 40% del cobre del planeta, el 60% de litio y cobalto y el 90% de tierras raras.
El otro gran problema es el tiempo que demanda el descubrimiento de un yacimiento de minerales y su posterior explotación. Se estima que este proceso, en total, lleva unos 16 años.
Para la AIE, la solución a este problema es valerse de la innovación tecnológica. La gran meta será desarrollar maneras de producir fuentes de energías renovables que insuman menos materiales y también que incorporen varios elementos reciclados.
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