Existen cuatro métodos que no fallarán si lo que quieres es dejar de roncar. De este modo dejarás dormir en paz a quienes te rodean y también dormirás mejor tú mismo.
¿No dejas dormir a los demás a causa de tus ronquidos? No te preocupes, pues existe la posibilidad de eliminarlos de tu descanso nocturno. Sólo debes seguir estos consejos útiles, que son una serie de ejercicios específicamente pensados para dejar de ser una molestia.
La importancia de este tipo de prácticas radica en que el ronquido no sólo es un dolor de cabeza para quienes duermen con la persona en cuestión, sino también para uno mismo, pues no permite lograr un buen descanso. Al final, con muy poco esfuerzo es posible solucionar este problema y hacer que las noches sean más tranquilas. Son cuatro los ejercicios infalibles para que los ronquidos dejen de ser una pesadilla cotidiana.
¿No dejas de roncar durante la noche? Deshazte del problema con estos cuatro ejercicios
Cabe aclarar, antes que nada, que el ronquido puede ser producido por condiciones físicas que en principio requieren de intervención quirúrgica, como los pólipos nasales o el tabique desviado, o por el síndrome de dolor nocturno. Ahora bien, si la causa es otra, es posible solucionar el ronquido mediante estos ejercicios que no son para nada invasivos.
Los ejercicios en cuestión involucran la boca y los músculos de la garganta, y deben practicarse antes de ir a dormir. De este modo, tanto quien ronca como las personas que conviven con él o ella podrán descansar tranquilamente.
1. La terapia miofuncional, tiene cierta similitud con la fisioterapia, y pone en funcionamiento los músculos faciales, la lengua y la boca para dejar de roncar con el tiempo.
2. Pero hay un ejercicio aun más sencillo: repetir ininterrumpidamente las cinco vocales. De este modo la garganta se ejercita y se fortalecen los músculos, haciendo que el tejido que produce el ronquido se vea reducido.
3. Otra manera de hacer esto es cantar antes de acostarse.
4. Pero esto no es todo. Además, es posible ejercitar las vías respiratorias superiores y fortalecer los músculos involucrados, gracias a un instrumento de viento: el didgeridoo, originario de Australia. Éste tiene una lengüeta labial que permite el ejercicio mencionado, y se ha comprobado su efectividad para combatir la apnea, aunque también puede servir contra el ronquido.