Docentes españoles intentan concienciar en los recreos a padres y alumnos sobre la reducción de residuos, una acción que se contagia en otros lugares del mundo.
La primera edición fue un éxito. El colectivo docente Teachers For Future Spain (Profesores para la España futura) vuelve a la carga con la segunda edición de «Recreos Residuo Cero»: una acción muy simple y motivadora que se está implementando no sólo en su país de origen, sino que se ha expandido a otros centros escolares del mundo.
Este programa tiene como objetivo reducir los desechos que los alumnos generan durante los recreos en los centros educativos, especialmente los desechos plásticos que se utilizan sólo una vez.
Reducir la huella ambiental es un compromiso que va dirigido a todos los actores involucrados en la educación de los niños, especialmente a los padres, ya que en ellos recae la responsabilidad de decidir qué es lo que sus hijos llevan para alimentarse y en dónde lo llevan.
Lo más importante para estos docentes es motivar a los alumnos e implicar a la comunidad educativa. No hay una receta ni una guía única para alcanzar estos objetivos, sino que cada establecimiento tiene la libertad de buscar sus propias fórmulas de acuerdo a cada situación particular.
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La meta es lograr concienciar a los pequeños sobre la importancia del cuidado del medio ambiente durante los momentos de ocio de los recreos, a través de la buena alimentación y la reducción de la basura generada.
Una idea simple e ingeniosa que ha sido reconocida desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el cual emitió un diploma de reconocimiento a cada establecimiento inscripto en el programa.
Según los impulsores de esta iniciativa, durante la primera edición se logró reducir la utilización de plásticos descartables, tomar conciencia sobre el desperdicio de los alimentos y fomentar una alimentación más saludable y un mayor consumo de frutas. Los alumnos llevan sus meriendas en envases reutilizables y sus bebidas en cantimploras o envases de vidrio.
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Incluso en algunos establecimientos educativos han relacionado la reducción de residuos plásticos con la posibilidad de llevar una alimentación más sana. Por esta razón se motiva a los padres a reemplazar snacks y alimentos industrializados por frutas, llevar preparaciones caseras para compartir, frutos secos e incluso bocadillos envueltos en tela, así como evitar chocolates y bollería industrial, y también bebidas envasadas que traen pajitas, bricks.
Mira el video de esta iniciativa:
Las expectativas de crecimiento de este programa son altas, y los hechos y logros lo respaldan. ¿Quién lo diría? ¡El compromiso verde está ganando lugar, educando hasta en los recreos! No hay tiempo que perder, el planeta lo necesita.
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