Son tiempos de sorpresas amargas para los consumidores. Además del previsible aumento en las facturas de luz y de gas, que han impactado fuertemente, se dieron una serie de cambios inesperados en los supermercados que indigna a los compradores.
Es un momento de mucha dificultad para los ciudadanos europeos. El costo de las facturas ha puesto en aprietos a la mayoría de las familias, que luchan todos los meses por llegar a cubrir los gastos. Para colmo de males, los aumentos se extendieron también al rubro alimenticio.
A pesar de que el aumento de los precios era algo esperado en virtud del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, lo cual provocó graves inconvenientes en la obtención de materias primas, nadie pensaba que la situación fuera tan terrible. Es que al aumento de precios se sumó también algo sorpresivo.
Al principio pocos se habían percatado de los cambios que tuvieron lugar en las góndolas de los supermercados. Con el correr de los días, sin embargo, la noticia se viralizó y la gente tomó noción de la mala fe que implicaba, lo cual llevó a algunos consumidores a denunciar esta artera maniobra.
Se trata ciertamente de una estafa por parte de las multinacionales que no es de poca envergadura, algo que provocó en la gente una mezcla de asombro y amargura. Este sentimiento se explica porque no es algo que se note a simple vista, puesto que en primera instancia el aumento de los precios no parecía tan preocupante. Pero después de una apreciación más detenida es evidente que algo no anda bien.
La estafa de la reducción de porciones en los paquetes
Esta estafa no es algo accidental, y tiene un nombre específico: Shrinkflation. La estrategia funciona porque la gente no advierte inicialmente el cambio, dejándose llevar por el precio en las etiquetas, que no reflejan el aumento real de los productos.
Es decir que los aumentos tuvieron lugar de una manera en apariencia sutil, y al mismo tiempo fueron mayores de lo esperado. Es una estafa que perjudica directamente a los ciudadanos, que no han dejado de sorprenderse.
¿De qué se trata, pues, la Shrinkflation? El movimiento consiste en reducir la cantidad de alimento al interior de los envases, conservando el mismo precio o casi el mismo. De este modo, lo que era una mozzarella de 125 g ha pasado a ser de 100, un pastel que pesaba 1 kg ahora se redujo a 750 g, un paquete de té contiene ahora 20 bolsitas en lugar de las 25 que tenía antes.
De este modo, lo que a primera vista parece inalterado, guiándose por las etiquetas de las góndolas, es en realidad un aumento solapado pues se paga efectivamente más por menos cantidad de alimento. Todo ocurre sin ninguna clase de advertencia ni explicación a los consumidores.