La vida en el viejo continente pone en riesgo a los cetáceos. En los últimos 10 años fueron asesinados 50.000 ejemplares, según Ocean Care.
En aguas europeas existen 33 tipos de ballenas, delfines y marsopas y todas están en amenaza por el estilo de vida en el viejo continente. La pesca, la contaminación que generan las ciudades y el tráfico marino son las causas que ponen en riesgo a estos animales.
Así lo revela un estudio presentado por la organización suiza Ocean Care. El informe detalla que todavía hay cetáceos que son cazados en Europa -intencional o accidentalmente- y muchos mueren como daño colateral de la pesca.
El volumen de residuos plásticos en el agua es otra de las causas de la muerte de estos animales. La contaminación acústica, generada por el alto tránsito marino, es otro de los problemas que degrada el ecosistema donde habitan estos cetáceos.
Además, desde Ocean Care resaltan que otra de las fuentes de amenaza de los cetáceos es la continua exploración de petroleras para encontrar yacimientos submarinos.
Las especies de cetáceos que están en riesgo
Según el informe realizado por la organización, en los último 10 años se han asesinado a más de 50.000 cetáceos en aguas continentales europeas. Estos números obedecen al norte del continente, en aguas que dependen de Dinamarca, Noruega e Islandia.
Las especies más expuestas a todos estos problemas son las más débiles o de las que quedan menos ejemplares. La protección para las orcas del Estrecho de Gibraltar deberían ser una prioridad, ya que quedan no más de 50 ejemplares, según la Lista Roja de Animales en el Peligro de Extinción.
El informe, además, destaca la vulnerabilidad de otras especies, como los delfines del Golfo de Corinto, las marsopas comunes del Mar Báltico o la ballena franca del Atlántico Norte, especie que en Europa se considera prácticamente desaparecida.
Cómo ponerle fin a este problema
Para Ocean Care, la solución a esto es que todos los Estados de Europa prohíban expresamente la captura de cetáceos y que se regule la pesca para que esta sea una actividad segura que no perjudique a ballenas, marsopas o delfines.
Por otro lado, la ONG también sugiere poner fin a la exploración petrolera marina y que se promulguen leyes de cambio climático que favorezcan un cambio en la matriz energética del continente.
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