La carrera hacia el zero waste encuentra a seis países liderando la punta. Estos logran reciclar la mitad de los residuos que generan.
Según un informe del Banco Mundial, sólo seis países en todo el mundo reciclan el 50% de los residuos que generan, aunque ya en 2019 se pronosticaba que el nivel de desechos a nivel mundial se acrecentará un 70% en los próximos 30 años.
El grupo de países que lideran la práctica del reciclaje se encuentra en Europa y se trata de Suiza, Suecia, Austria, Alemania, Bélgica y los Países Bajos; en algunos casos, alcanzan casi el 100% del reciclaje.
El rol del Estado en el compromiso zero waste
No existen fórmulas mágicas. El común denominador del éxito de las campañas de reciclaje en estos países europeos es la planificación de este objetivo como política estatal, y la incorporación de medidas o sanciones que motiven y garanticen el reciclado de los desperdicios dentro de sus territorios.
Por esas latitudes septentrionales, poseen la tasa de penalización por vertido de residuos en rellenos sanitarios más alta del continente europeo. no obstante, destacan por sus políticas de gestión circular de los basurales.
Veamos, país por país, cuáles son las fórmulas aplicadas para el éxito de sus campañas de reciclaje:
- Suiza: Es el país más verde en términos de las tres R (reducir, reciclar y reutilizar) de la región europea, ya que alcanza el 100% del procesamiento de la basura generada. En este caso, el peso de la ley es determinante, obligando a pagar sanciones de hasta 11.000 dólares a los ciudadanos que no cumplen con el reciclado.
- Suecia: Logró que su población redujera su nivel de desperdicios con un 99% de reciclaje, instalando centros de acopio en cada zona residencial del país. Pero la máxima innovación es su sistema de producción de energía por incineración de residuos, lo que le ha llevado a importar basura de países como Noruega, Irlanda o Italia.
- Países Bajos: Holanda es un excelente ejemplo de reutilización de desechos. En este país, los plásticos recuperados son reutilizados como material para mantenimiento de carreteras. Otro ejemplo de aprovechamiento sostenible tiene lugar en Ámsterdam, donde la empresa local prestataria del servicio de incineración de residuos genera el 30% de la energía eléctrica y realiza una planificación integral de la gestión de residuos que incluye tratamiento de lodos y aguas residuales con la consecuente obtención de biogás.
- Bélgica: Posee el más estricto sistema de recolección de residuos. Los ciudadanos deben utilizar bolsas reglamentadas por ley para el desecho de la basura, clasificándola por colores e inscripciones. Cabe destacar que la totalidad de los desechos electrónicos son gestionado con la colaboración de los ciudadanos que depositan sus equipos en los puntos de acopio designados por zona.
- Austria: Además de superar por más del 60% la tasa de reciclaje, la actividad se extiende a algunas industrias como la construcción. Así, en el caso de las demoliciones, se contempla un desmantelamiento selectivo para poder recuperar los materiales reutilizables.
- Alemania: Existe una normativa que obliga a supermercados y comercios minoristas donde se vendan bebidas embotelladas a tener un punto de acopio para el depósito de estos plásticos PET, lo cual ha generado que el 98% de las botellas de ese material pudieran ser procesadas. Esto no es todo, el Gobierno alemán obliga a las empresas a invertir en esquemas sustentables de fabricación, envasado y gestión de los residuos post consumo.
Qué pasa con el reciclaje en otras partes del mundo
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que en 2030 podría producirse una catástrofe mundial si no se reducen el nivel de contaminación, el calentamiento global y la generación de basura en todo el mundo.
Las ciudades del mundo intentan modificar sus esquemas de tratamiento de los desechos, aunque en algunos casos ni se han planteado un esquema de reciclado público.
América Latina es el peor de los ejemplos en materia de reciclaje. Según datos de ONU Hábitat, cada latinoamericano genera un kilo de basura a diario, y el ranking de los países mayores productores de basuras postula en primer lugar a México, seguido por Chile y Argentina.
Existe una relación directa ente el procesamiento de los residuos y la reducción de la cantidad de gases de efecto invernadero por reutilización de materiales, ya que esto implica menor producción y mayor ahorro energético. Probablemente, cuando los líderes políticos de cada nación se percaten del alto impacto económico de la gestión sostenible de los residuos, otra será la suerte de los vertederos de basura del mundo.