(Foto: Unsplash)
En el mundo hay una amplia variedad de frutas, algunas muy raras. No te dejes llevar por las apariencias, ¡estas frutas exóticas son muy ricas y saludables!
Manzana, banana, pera o naranja son algunas de las frutas que podemos encontrar en todos lados. Las conocemos y sabemos los usos que podemos darle, cocidas, frescas, en batidos o en preparaciones más elaboradas.
Pero la naturaleza nos regala una amplia gama de opciones para nuestro paladar, entre ellas las frutas exóticas. La mayor parte crece en abundancia en climas tropicales y abundan las ofertas de colores, sabores y texturas.
Probablemente no conozcas a la mayoría, por eso te presentamos un listado con las frutas exóticas más extrañas y sus beneficios. Así que ya sabes, ¡tienes que probarlas!
También conocida como saca, jaca o paananen, es la fruta más grande del mundo. Originaria del sur de Asia, puede llegar a medir casi 1 metro de largo y pesar hasta 50 kilos.
Tiene una apariencia rara que no invita a comerla. Tampoco su olor ni su color. Pero una vez que esta madura, se pueden extraer una gran cantidad de gajos dulces y ácidos, que tienen muchos usos en la cocina.
Últimamente, esta fruta se hizo muy popular como sustituto de la carne, ya que cocida tiene una textura muy similar al cerdo o pollo.
Al kiwano también se lo llama pepino cornudo africano o melón cornudo porque está lleno de pequeños cuernos. Es de color amarillo anaranjado y proviene de una planta trepadora originaria de África, aunque hoy se produce en diversos lugares del mundo.
El nombre surgió cuando la fruta se empezó a importar a Nueva Zelanda y Australia, y se vio que, una vez cortada, tenía un parecido con el kiwi. Aunque no tiene nada que ver, ya que pertenece a la familia de las sandias y melones.
El kiwano es bajo en calorías, pero rico en agua y propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
El mangostino o mangostán proviene de Indonesia. Su sabor es similar a un cítrico un tanto agridulce. Tiene una corteza dura que cuando llega a su maduración se vuelve roja.
Para comerlo se debe cortar por la mitad y extraer la pulpa blanca que tiene adentro. Generalmente se come fresco, sin cocinar.
Similar al resto de las frutas exóticas, proviene de un árbol que crece en climas tropicales. Si bien crece en países del Sudeste Asiático, se popularizó en el resto del mundo por sus usos medicinales, ya que es un poderoso antioxidante.
Es el fruto del árbol de hala, que crece principalmente en islas tropicales como Hawái, Micronesia, Polinesia e Indonesia. En aspecto, es muy similar a una piña, pero por dentro tiene un color que varía de amarillo a naranja y rojo. El sabor es muy similar al de la pera con una textura más fibrosa.
La fruta de hala es una importante fuente de vitamina C. También tiene propiedades medicinales y se usa para calmar dolores de cabeza y para el estreñimiento.
Además, las hojas del árbol donde crece se usan para fabricar alfombras o preparar curry.
Tiene muchos nombres: pitahaya, picajón, yaurero, warakko. Pero el más conocido es fruta del dragón. Crece en climas tropicales y proviene de Centro América.
Es el fruto de un cactus, por eso tiene espinas por fuera; por dentro, tiene una pulpa deliciosa y muy nutritiva. Es de sabor dulce y se la puede comer fresca o cocida.
Existen tres variedades, una amarilla por fuera y con pulpa blanca; roja por fuera con pulpa blanca; y roja por fuera con pulpa roja. En todos los casos, la pulpa tiene las semillas negras características.
Originaria de Indonesia, crece en climas tropicales. Tiene color amarillo y un sabor ácido.
Es jugosa y crocante y tiene muchas propiedades beneficiosas para la salud ya que contiene vitaminas y minerales.
Además de ser una de las mas lindas a la vista, ¡es exquisita!
También se la conoce como akee o aki. Es la fruta nacional de Jamaica y se come siempre cocida.
Hay que tener cuidado al comerla porque la fruta tiene sustancias altamente tóxicas. Por esta razón, se la debe sacar del árbol cuando esta madura y luego quitarle la envoltura roja y las semillas negras. A la pulpa que queda, hay que hervirla unos minutos para eliminar las toxinas que quedan. Y ahí si ya esta lista para comer y mezclar con deliciosos platos.
El ackee contiene proteínas, calcio, hierro, vitaminas A, B y C, y otros nutrientes. También tiene variados usos medicinales, como antiparasitario o para calmar dolores de cabeza, entre otros.
El rambután crece de un árbol con el mismo nombre, originario del Sudeste Asiático. Por fuera, la fruta está rodeada de una especie de “pelos”, y por dentro se encuentra la pulpa, que es muy dulce y tiene un sabor similar a la uva.
Con lo único que hay que tener cuidado es con una semilla que tiene en el interior y es tóxica. Solo hay que sacársela y el resto de la pulpa es comestible.
La Organización Mundial de la Salud recomienda su consumo ya que es antioxidante, refuerza el sistema inmunológico, fortalece huesos y aporta energía. Además, contiene manganeso y hierro.
La salacca o zalacca crece en una palmera originaria de las islas del Sudeste Asiático. El nombre del fruto, el el idioma javanés, hace alusión a la similitud con la piel de las serpientes.
Es una fruta llena de vitaminas y minerales. Tiene un sabor similar a la piña, pero un poco más amargo.
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