¿Has sufrido ghosting?: qué es esta práctica tan actual y nada saludable

Ghosting versus responsabilidad afectiva. Te mostramos una mirada más saludable para valorar los vínculos y la afectividad de las personas.

ghosting: qué es está práctica tan actual y nada saludable
(Foto: Adobe Stock)

“La no respuesta es una respuesta legitimada como una indiferencia válida en tiempos de coqueteo moderno, donde todo vale y nada vale mucho. Ponerle el cuerpo y sacarlo es tan fácil como contarse todo y no contarse nada”, escribe Luciana Peker, autora del libro “Putita golosa: Por un feminismo del goce”.

El libro apunta a la desmitificación del amor romántico, al aprendizaje que tienen por delante tanto por hombres como mujeres, para construir relaciones más sanas. Y también de cuánto hay de sesgo cultural en todo esto en relación al patriarcado.

Y lleva razón. En tiempos de redes sociales, el amor y los vínculos se han vuelto más líquidos que nunca, facilitado por la despersonalización – ¿deshumanización?- de las comunicaciones virtuales. Hombres y mujeres se suman a sitios online para conocer gente y entablar relaciones sexoafectivas.

Pero, así como es tan fácil tener un encuentro amoroso, también hay total impunidad para desarmar, desconocer, ignorar, bloquear a otra persona de repente. Desaparecer de golpe y dejar de comunicarse. Esta práctica se denomina ghosting y está naturalizada a pesar de generar malestar emocional y psicológico.

Del interés al «fantasmeo» en las redes sociales

El ghosting podría traducirse al español como «fantasmeo«. Su terminología deviene del sustantivo en inglés «ghost», que significa fantasma. El significado práctico puede resumirse en transformarse en un fantasma, desaparecer.

“De golpe, desaparecer como si los fantasmas habitaran en la ausencia, como golpe fatídico a un corte que no merece explicación”, describe Luciana Peker en su artículo “El puñal de tu visto”, publicado en el diario Página 12.

 

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El estudio “Me clavó el visto: los jóvenes y las esperas en el amor a partir de las nuevas tecnologías”, de los sociólogos Mariana Palumbo, Maximiliano Marentes y Martín Boy (del Instituto Gino Germani), aborda la problemática social que genera este comportamiento.

“No son violencias extremas, como los feminicidios, pero sí son primeras violencias, más cotidianas e invisibilizadas, que deben tenerse en cuenta. Como son parte de lo amoroso, la gente no se escandaliza, pero al analizarlo y verlo seriado se ve un problema: las redes sociales disparan los celos y control en la espera, con mucha vehemencia y de modo vertiginoso”, indica Mariana Palumbo.

¿Es sano vincularse de esta manera?

En muchas sociedades, las mujeres son criadas bajo los ideales del amor romántico y tienden a obsesionarse más con estos desplantes del ghosting, sobre todo en WhatsApp.

En relación a esto, la autora de “La construcción socio cultural del amor romántico”, Coral Herrera Gómez, explica la situación: “El problema está en que a las mujeres nos han educado en la cultura que asocia el amor romántico con el sufrimiento y la renuncia. Esto nos hace mandar mensajes a alguien con quien tienes un coqueteo o un vínculo y que no te contesta”, argumenta. “La autoestima de las mujeres es muy frágil porque está construida sobre el reconocimiento de los hombres», determina

ghosing versus responsabilidad afectiva
(Foto: Hello I’m Nik – Unsplash)

Las nuevas generaciones de mujeres no esperan a ser conquistadas ni a obtener reconocimiento masculino; toman la iniciativa y actúan en función, tomando decisiones. Sin embargo, sí existe responsabilidad afectiva de ambas partes y hay que hacerse cargo.

Y en esta época de deconstrucción y empoderamiento femenino, debemos hablar de este concepto. La terapeuta y sexóloga Vivian Dufau relaciona la responsabilidad afectiva con la empatía para no caer en la cosificación o el uso de una persona como si se tratara de un objeto.

“La responsabilidad afectiva significa tener presente que todo acto tiene sus consecuencias y uno debe hacerse cargo de ellas. En este sentido, implica que si uno está en relación con otra u otras personas, todo acto que realice va a tener una consecuencia en esa o en esas personas, explicó Dufau al diario El País.

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