Considerada mágica tanto por las religiones orientales y el cristianismo, así como por la filosofía moderna, como fue el caso de Descartes, quien estableció en ella el punto de unión entre el alma y el cuerpo, esta glándula tiene algunas características que, de ser activadas, podrían mejorar sustancialmente tu vida.
El equilibrio entre el alma y el cuerpo necesario para llevar a adelante una buena vida exige, entre otras cosas, que la primera no se desatienda cuando queremos estar más en armonía con el mundo. Esto es algo que se pasa muchas veces por alto, por más insignificante que parezca. Siempre debemos escuchar a nuestro interior y estar atentos a lo que nos dice.
Pero es muy difícil prestar atención al vínculo entre nuestro cuerpo y nuestra mente cuando la vida que llevamos en la actualidad está plagada de interferencias producto de las innumerables actividades que nos estresan cotidianamente. No obstante, existe en nuestro cerebro una glándula con propiedades casi mágicas que, debido a sus inusuales características, fue considerada incluso por Descartes como el punto de unión entre el alma y el cuerpo.
Por ella pasa la melatonina, una hormona imprescindible para la vida. El cristianismo y las religiones orientales la consideran un sitio sagrado dentro de nosotros. Hablamos de la glándula pineal, cuya activación podría mejorar radicalmente tu vida.
Ese pequeño pedazo de magia en el cerebro
La glándula pineal, responsable de producir la hormona del sueño, se halla en el medio de nuestro cerebro, y a pesar de su pequeño tamaño, esta glándula perteneciente al sistema endócrino tiene la capacidad de regular nuestro ritmo circadiano y el bienestar de nuestro cuerpo y mente en general.
Pero esto no es todo, pues, además del ciclo del sueño y la vigilia, imprescindibles para la salud de nuestro cuerpo, influye de manera directa en nuestro humor, y nos da ese boost necesario para empezar el día. Por último, regula nuestro sistema inmunitario y, gracias a la melatonina y sus acciones antioxidantes, previene el envejecimiento celular. Ahora bien, ¿cómo hacemos para activar esta partecita del cerebro tan importante?
No hace falta recurrir a ningún tipo de magia. Más bien, con estos simples hábitos la glándula pineal se verá favorecida casi de manera inmediata. En primer lugar, yoga y meditación. Con esto ya es suficiente para que la glándula mágica comience a funcionar mejor, sobre todo si se realizan los ejercicios correctos. Asimismo, irse a dormir habiendo apagado las luces con dos horas de antelación y sin usar ningún aparato electrónico que pueda estimular nuestro cerebro, ayuda a producir la melatonina suficiente para un buen descanso.
Algo muy importante es la exposición al sol, lo cual, además de garantizar la dosis necesaria de vitamina D, favorece la secreción de serotonina, la hormona de la felicidad, un neurotransmisor imprescindible para la producción de melatonina y el buen funcionamiento de la glándula pineal.
Por último, la ingesta de pescado azul es importante, ya que ayuda a desintoxicar nuestro cuerpo de metales pesados. Existen también algunos suplementos de origen natural como la espirulina, la clorella y la zeolita que tienen propiedades beneficiosas para esa glándula.