El helado es fácil de comer y al mismo tiempo refrescante para los días de verano, pero sobre todo es el mejor de todos los postres por sus diferentes sabores, sin importar la manera en que se consuma: cono, vaso, cucurucho, o como sea. Pero…¿sabes cómo se originó este producto?
Italia es conocida por ser la cuna de los helados, pero ¿qué tan cierto es que su invención tuvo origen en el Bel Paese? A partir de un recorrido histórico por la vida de este delicioso postre es posible conocer no sólo su origen sino también sus predecesores, algo que en principio es chocante puesto que las máquinas para hacer helado y los refrigeradores no existían en ese entonces. Sin embargo, ¡así se creo el helado!
Lo que existía en el pasado, en realidad, eran las “neviere”, una especie de cámaras donde se almacenaba el hielo y se conservaban los alimentos a bajas temperaturas, y en el caso del helado, si bien no lograba transformarse en la crema que conocemos hoy, era más bien una bebida refrescante y dulce con una textura bastante lograda, no tan líquida, hecha a base de miel, nieve y hielo.
El helado a lo largo de la historia
Si consideramos sus comienzos estamos hablando de la era de las civilizaciones mesopotámicas, egipcias y de la antigua China, aunque todavía estamos muy lejos de llegar a la primera heladería, para lo cual era necesario dar un salto importante.
Si bien el tipo de helado se presume que nació en Italia, esto no significa que la primera heladería haya sido creada en el Bel Paese. Eso sí, la idea original nació en una zona de Italia, pero en un contexto diferente. Para llegar a la primera heladería hay que ir bien al sur, a Sicilia, donde un producto conocido como sharbat empezaba a hacerse famoso. ¿A qué te suena el nombre? Así es, era el comienzo del sorbete.
No se trataba del helado como lo conocemos hoy, pero la cremosidad del sharbat fue lograda gracias a la inventiva de los árabes de Sicilia, quienes lo fueron mejorando gracias a la suma del azúcar de caña, los pétalos de flores y diversas frutas. El invento se popularizó durante la Edad Media y fue tan extendido su consumo que incluso la corte de los Medici llegó a probarlo.
Tuvo que pasar todo este tiempo de sucesivas modificaciones al refresco original para que recién en 1686 un italiano proveniente de Sicilia, Francesco Procopio dei Coltelli, fundara la primera heladería moderna en Francia con máquinas especiales para la producción de helados, sorbetes y granizados: el Café Procope, un bar que hoy en día llamaríamos de delicias locales.
Por último, llegamos a 1896, específicamente a Estados Unidos, donde un veneciano, Italo Marchioni, creo el primer cono de helado de la historia. Su inspiración fueron los avances tecnológicos de la época, especialmente la cadena de montaje para la producción. Y el resto fue historia. Hoy comemos helado en todas partes del mundo, pero se trata, sin dudas, de un producto Made in Italy.