La obra en blanco y negro «Bailarina y flores» de la fotógrafa Yulia Artémieva es poesía visual. Capta las similitudes entre la naturaleza y la danza.
Cuántas veces el arte, en sus más diversas formas, se inspira en la naturaleza… Las maneras en que podemos conectar con ella son infinitas.
Una muestra de ello es la hermosa colección de fotografías que creó, en blanco y negro, la fotógrafa rusa Yulia Artémieva. Su obra se titula «Bailarina y flores» y capta el momento exacto en el que el cuerpo de la bailarina transmite un movimiento tan bello y grácil como una flor.
Según el sitio My Modern Met, la danza ha formado parte de la vida de la artista, quien estuvo durante muchos años vinculada al ballet. En esta obra, supo unir de manera ingeniosa y delicada esa antigua pasión con su arte fotográfico, que juega «al borde del retrato y la naturaleza muerta», tal como ella misma lo describe.
El simbolismo de las flores
En sus más recientes trabajos, la fotógrafa ha explorado, entre otros temas, «la conexión metafísica entre una mujer y su cuerpo».
Como forma de representación de la feminidad, es común encontrar en las culturas europea y asiática una comparación entre las mujeres y las flores. «En el proyecto fotográfico de Yulia Artemyeva, esta semejanza se hace absoluta con la ayuda de la mimesis visual, una imitación casi idéntica de la forma de una flor a través de un gesto«, se explica en el sitio web de la fotógrafa.
«La feminidad se abre paso del mundo ideal al mundo real a través de un gesto, una palabra o un signo», sostiene la artista.
Te invitamos a disfrutar de estas imágenes y sumergirte en un mundo de significados.
1. La fluidez de una rosa china
2. La fragilidad de una rosa
3. La elegancia de una orquídea mariposa
4. La simpleza de una flor del campo
5. La teatralidad de una orquídea
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