El huracán espacial captado en imágenes ocurrió en 2014, pero ha sido confirmado recientemente. Provocó una aurora boreal de ocho horas.
Científicos descubren por primera vez en la historia un huracán sobre la atmósfera superior de la Tierra. Sí, entendiste bien, un huracán en el espacio.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Shandong, en China, realizó la primera observación de algo que hasta ahora se desconocía: un huracán espacial de plasma, cargado de electrones, registrado en el Polo Norte en 2014.
Las conclusiones de las observaciones realizadas durante años fueron publicadas recientemente en la revista Nature Communications. En las mismas se destaca que, aunque no ha habido registros anteriores, podría tratarse de un “fenómeno común”; esto en base al estudio de miles de imágenes satalitales captadas por el Defense Meteorological Satellite Program.
“Encontramos decenas de casos con características de huracanes espaciales, algunos no tan claros. El caso que mostramos en el estudio es el mejor«, explicó a la cadena BBC el profesor Qing-He Zhang. Además, señaló que ya se habían detectado estas formaciones en Saturno y Marte, e incluso tornados solares, pero nunca antes en nuestro planeta.
Huracán espacial con tormenta de electrones
¿Qué es un huracán espacial? Es un torbellino de plasma (un compuesto de gas ionizado que se encuentra en todo el sistema solar), que forma un vórtice de vientos solares que se desplazan cerca de la superficie terrestre.
Si bien se trató de un remolino gigante de múltiples brazos de 1.000 kilómetros de ancho, que podía desplazarse a una velocidad de hasta 2.100 metros por segundo, no representa un peligro para nuestro planeta.
Así lo advirtieron especialistas de Science Alert, quienes calificaron a este fenómeno como menos destructivo que los huracanes de la Tierra, cuyas tormentas y lluvias anegan comunidades enteras y provocan la pérdida de cientos de vidas humanas.
Mientras ocurría este increíble acontecimiento, en la Tierra se sufrieron efectos como perturbaciones en las radiocomunicaciones de alta frecuencia, problemas por errores en navegación satelital y sistemas de comunicaciones.
Además, una aurora boreal permaneció en el cielo durante ocho horas en el Polo Norte. Una fiesta de luces como resultado de un aumento de la actividad magnética en la ionósfera y la magnetósfera, desatada por la presencia de tormentas o vientos solares más intensos.
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