Como todo electrodoméstico, el lavavajillas termina repercutiendo en el costo de tus facturas, sobre todo porque emplea agua y electricidad. Pero ¿sabes cómo estimar ese costo? ¡Aquí te lo decimos!
¿Cuánto cuesta el uso del lavavajillas? No solemos hacernos esta pregunta para casi ninguna actividad, y sin embargo es importante tenerla presente para analizar qué impacto tienen en nuestro bolsillo (y en el medioambiente).
Hay dos factores a considerar cuando intentamos calcular la influencia del lavavajillas en el precio de los servicios. En primer lugar, el tamaño del aparato, es decir, si es mini, slim o estándar; en segundo, la forma de instalación: si es integrada o libre.
A partir de estos dos parámetros y de la eficiencia energética, se puede estimar aproximadamente el consumo de nuestro lavavajillas. Asimismo, es de vital importancia el modo en que se programen los lavados. La temperatura del agua y el tiempo son también claves para calcular el costo del aparato.
En cuanto a lo que energía eléctrica se refiere, un lavavajillas consume en promedio 2,5 kWh, aunque los modelos más actuales varían entre 1,2 y 1,8 kWh. En el caso de ciclos cortos de lavado, el consumo es claramente menor, promediando los 0,7 kWh. Ahora bien, ¿cómo saber lo que significan estos números en cuanto a costo efectivo en dinero?
Costos del lavavajillas
Si sumamos a la electricidad el agua caliente que consume este electrodoméstico para enjuagar y desinfectar la vajilla, podemos comprender que no usándolo del modo apropiado podría resultar poco ecológico y económico.
Entonces, para saber más o menos el costo promedio del lavavajillas y, por lo tanto, el porcentaje que ocupa en la factura, basta con hacer un simple cálculo. Desde luego no es 100% preciso, pero es sólo cuestión de multiplicar el consumo por el precio de la luz.
De esta manera, podemos conocer con cierto grado de certeza el gasto que genera el funcionamiento del lavavajillas. Con esto no instamos a que se abandone su uso, sino más bien a hacerlo de una manera más consciente para proteger al medioambiente y a la economía del hogar. Es por ello que aquí te damos algunos consejos para un consumo más eficiente y económico.
Ante todo utiliza el lavavajillas cuando tengas la cantidad suficiente de cosas para cargarlo por completo. Es decir, cuando realmente lo necesites y no puedas lavar a mano. Igualmente evita cualquier programación que incluya el prelavado pues esto incrementa el tiempo de uso y, por consiguiente, el consumo.
Un último consejo para ahorrar dinero es desactivar la función de secado que suele hacerse al finalizar el proceso. Sólo apaga el lavavajillas y abre la puerta.