Uno de los residuos más representativos de la contaminación son las botellas de plástico. Pero con los trucos que te enseñaremos ahora y con el uso de la imaginación pueden tener un uso totalmente novedoso.
Más allá de incrementar el tamaño del Pacific Trash Vortex, la isla más grande del mundo formada por residuos plásticos, las botellas descartables pueden recibir un uso diferente, con un enfoque más ecológico. Somos nosotros, los seres humanos, quienes tomamos la decisión acerca del destino de los objetos que utilizamos, sobre todo si su uso es muy breve, puesto que inclusive ese corto período puede tener consecuencias casi eternas.
No es un secreto que el plástico es un material casi imposible de desechar definitivamente. La relación entre el tiempo de uso y el tiempo de degradación del plástico es increíblemente desproporcionada. No podemos hacerlo desaparecer o reintegrarse al ciclo natural del planeta fácilmente, puesto que tarda aproximadamente 450 años en degradarse en el mar, es decir, su impacto es realmente devastador para el medio ambiente. Debido a eso, la isla de plástico ubicada en el Pacífico no deja de crecer.
Una de las consecuencias más graves de este tipo de desechos se refiere a la fauna marina. En el mar Adriático, según un estudio, al menos el 20% de los peces ingieren microplásticos que pasan directamente a nuestra mesa cuando comemos las especies que se pescan en esa área del Mediterráneo, entre ellas, sardinas, atunes y caballas
En fin, hay que ser muy precavidos a la hora de disponer del plástico. Una manera de hacerlo es aplicando un poco de imaginación en el tratamiento de las botellas para darles un uso diferente y más ecológico. A continuación te mostramos cómo hacerlo.
Jardines colgantes con botellas de plástico
Sí, leíste bien. Una de las maneras más ecológicas de reutilizar botellas plásticas involucra tu jardín. ¿Cómo? Pues bien, éstas pueden ser empleadas como macetas o jarrones bien originales para tus flores.
En vez de plantar la albahaca o las petunias en una maceta insulsa en la que nadie repara, puedes colocarlas en botellas de plástico que funcionen como soportes para armar un bello jardín colgante.
Sencillamente tienes que cortar la botella a la mitad quitando la parte superior. Para costumizarlo, además de pintar a mano tu futura maceta de la manera que más te gusta, puedes aplicar toda tu creatividad cortando papel para darle distintas formas a la botella.
Finalizada tu obra, solo resta introducir la tierra con las plantas o flores en ella, pero antes deberás perforar dos o más agujeros en el plástico para pasar el hilo o cordón que sostendrá de un gancho en la pared a tu nueva maceta.